Los nuevos 'números' para el empleo

La moderación supuesta para los costes laborales a partir de 1989, la notable ampliación del capital acumulado que se deriva del actual proceso inversor y el aumento medio del 4% previsto para el producto interior bruto (PIB) durante los próximos cuatro años son los tres ejes argumentales que permiten al Gobierno estimar la creación de 1,5 millones de empleos netos en el quinquenio 1988-1992.En los documentos de trabajo del Consejo de Ministros se indica textualmente sobre tales números, a razón de unos 300.000 empleos por ano, que "ésta es una predicción razonable, máxime si se tiene en cuenta que el nivel de empleo previsto para 1992 es inferior en 200.000 personas al de 1974".

Tal y como puede observarse en los cuadros adjuntos, la reducción del paro prevista incluso con estos ritmos de creación de empleo, centrado en puestos de trabajo asalariados, sería muy escasa.

A finales de 1992 habría casi 2,6 millones de desempleados, un 17% de la población activa, tasa que casi seguiría duplicando el proniedio de la Comunidad Europea. Y eso a pesar de que los cuadros contemplan una desaceleración en el ritmo de incremento de la población que se incorpora al mercado de trabajo (población activa).

Crecimiento rápido

El Ministerio de Econornía precisa al respecto que Esparía es el país europeo con menor tasa de actividad, pero también donde la población activa crece más rápidamente.

Si en 1987 aumentó un 2,4%, se espera que pase a un 1,9% durante 1988 y al 1,5,% en 1991.

Tras insistir en que el aumento de la tasa de actividad es consecuencia de la mejora de las expectativas de encontrar empleo, especialmente entre los segmentos de mujeres y jóvenes, los documentos manejados por el Gobierno señalan que este efecto debe ir desapareciendo a medida que se alcanzan tasas de actividad mayores.

De ahí que se haya supuesto una desaceleración de la tasa de aumento de la población activa. Pero incluso si se cumpliera esta previsión todavía la población activa española crecería muy, por encima de la tasa de crecimiento vegetativo de toda la población (0,7%). Eso explicaría que el sustancial incremento del empleo no se refleje en una reducción equivalente de la tasa de paro.