El Gobierno polaco, dispuesto a negociar con Walesa

Las autoridades; polacas hicieron ayer nuevos gestos de disposición al diálogo con la oposición, después de que el primer ministro, Czeslaw Kisczcak, anunciara estar autorizado para reunirse con todas las fuerzas implicadas en el conflicto que acepten la Constitución polaca. El portavoz de¡ Gobierno, Jerzy Urban, manifestó que el régimen no descarta al líder sindical Lech Walesa como interlocutor si éste depone la actitud de huelga. Después de esta declaración, Walesa abandonó los astilleros Lenin de Gdansk y se reunió con sus asesores en la parroquia de Santa Brígida de esta ciudad.

Las nuevas declaraciones gubernamentales se produjeron ayer en el marco de una reunión de urgencia del Comité Central del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) para discutir la. crisis y tras un duro Comunicado del episcopado polaco en el que la Iglesia pide pluralismo sindical y respeto a los derechos individuales y sociales para superar la dramatica stuación político-económica del país.El jefe del Estado, Wojciech Jaruzelski, declaró ayer ante el pleno del Comité Central que "hay que tener valor para aplicar medios nuevos, no convencionales y eficaces" para salir de una "situación compleja" en un "período difícil lleno de tensiones".

JaruzeIski anunció "acciones que, basadas en el respeto a las leyes y al orden constitucional, amplíen con audacia la base social del poder y aceleren el entendimiento y la consolidación de todas las fuerzas constructivas y responsables de la sociedad"

Jaruzelski en su primera intervención pública en los doce días que dura el conflicto, no hizo ninguna referencia al ilegal sindicato Solidaridad.

El miembro del buró político y secretario del Comité Central, Jozef Czyrek, promotor de la idea de un "pacto anticrisis" de todas las fuerzas reformistas del país, planteó concesiones al movimiento de protestas, que exige pluralismo sindical. No obstante, subrayó que el partido seguirá firme en, su política de renovación socialista. Según dijo, las actuales huelgas responden a una alianza de intereses entre fuerzas destructivas, antisocialistas y anarquistas y la burocracia conservadora para intentar hacer fracasar las reformas y la renovación socialista "Están apareciendo nuevas ideas para un modelo polaco de movimiento sindical. Apoyaremos toda propuesta que responda a los intereses del pueblo trabajador. Pero nos opondremos a las ideas que aumenten los conflictos y contravengan estos intereses. El partido quiere un socialismo pluralista. No aceptará un pluralismo de confrontación", manifestó Czyrek ante el pleno del Comité Central del POUP.

Jaruzelski se refirió en su discurso a "compañeros que han perdido los nervios; deben dominarlos rápidamente" en lo que se interpreta como una alusión a miembros del partido partidarios de una línea de enfrentamiento directa con los huelguistas.

Análisis crítico

El jefe del Estado, criticó asimismo a "compañeros del partido y la Administración a los que eL veraneo desmovilizó e hizo insensibLes a los peligros y deficiencias existentes. La sorpresa ante la actual situación obedece o a falta de conocimiento de la misma o, lo que es peor, a la despreocupación. Es necesario un análisis crítico y autocrítico".

Según JaruzeIski, "el objetivo principal de la reunión del Comité Central es elaborar un plan de acciones económicas que permitan a corto plazo eliminar la sensación de inseguridad en la vida cotidiana, mejorar la estabilidad del mercado, contener la carrera de precios y salario?.

WIadislaw Baka, una de las estrellas ascendentes en el convulso seno de la dirección comunista polaca, recién nombrado miembro del buró político y secretario general y firme candidato a la sucesión del ya prácticamente cesado Zbigniew Messner en la jefatura del Gobierno, fue el encargado de presentar la situación económica ante el pleno del Comité Central.

Wladislaw Baka confirmó el fracaso de los objetivos del programa de reformas para la contención de la escalada de precios y salarios, manifestó que sólo podrán congelarse los precios si se controlan los salarios y se declaró partidario de una "actitud implacable" con las empresas deficitarias.

También pasó revista a los condicionantes externos de la crisis, a la necesidad de pagar la deuda y a las condiciones difíciles en la obtención de créditos. Polonia tiene que pagar en la actualidad el 90% de sus importaciones al contado, por falta de crédito, lo que supone una grave mordaza para su industria y el mercado.

En medios diplomaticos occidentales se interepretó esta intervención de Baka como un ataque directo al Gobierno, y en especial al primer ministro Zbigniew Messner.

Entretanto, los astillleros Lenin, de Gdansk, y los de la ciudad de Szczezin, continuan en huelga. El paro afecta también a tres minas de la Alta Silesia y a la fábrica de maquinaria pesada de Stalowa Lowa, al sur del país.