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Cifras y nombres que no encajan

Carlos Yárnoz

Pese a la amplitud de la documentación remitida por el ministro de Defensa al diputado Francisco Javier Moldes -el parlamentario ha sido el primer sorprendido por ello-, el informe recoge algunas cifras y determinados nombres que no acaban de encajar ni con anteriores datos manejados por el propio ministro de Defensa ni con hechos protagonizados por soldados que supuestamente figuran en apartados estadísdticos que realmente no les corresponden.Por ejemplo, el titular de Defensa, Narcís Serra, informó el 26 de abril de 1985 ante la Comisión de Defensa del Congreso y dijo que, a lo largo de 1984, se habían registrado 41 suicidios de soldados. En las estadísticas entregadas ahora a Franciso Javier Moldes se indica que la cifra de suicidios en ese año fue sólamente de 33 casos. Como este ejemplo pueden recordarse otros en los que las cifras no conciden.

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Desaparecido o desertor

En la mañana del 8 de abril del pasado año, y mientras su unidad realizaba ejercicios de tiro en Montelarreina (Zamora), el soldado José Maria Camero se alejó del grupo de sus compañeros y, hasta el momento, no se tiene noticia alguna de su paradero, armamento o uniforme. Un juzgado de ordinario de Villalpando (Zamora) abrió diligencias por presunta desaparición del soldado, pero otro juez militar inició una causa por "presunta deserción". El caso de Carnero no figura en los capítulos de desaparecidos o fallecidos, por lo que se supone que ha sido incluido por las autoridades militares entre los desertores.El 3 de agosto de 1986, el soldado coruñés Juan José Castro fue encontrado muerto cuando realizaba un servicio de guardia en el interior de un vehículo todo terreno en el Tercio de la Legión en Melilla. Junto al cadáver, que presentaba graves heridas en el pecho, se encontró el machete ensangretado del soldado. Moldes asegura que, inicialmente, las autoridades militares se refirieron a un posible suicidio, pero casi un año después se abrieron diligencias judiciales por sospechar que pudo tratarse de un crimen.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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