Aquí no pasó nada
Peñajara / Vázquez, Campuzano, Cepeda
Toros de Peñajara, gordos y sin clase
Curro Vázquez: aplausos; pitos. José Antonio Campuzano: :saludos en los dos. Fernando Cepeda: aplausos; silencio. Pla-za de Bilbao, 21 de agosto. Primera corrida de feria.
No podía pasar mucho en una tarde inestable, de chirimiri placentero, y negativa para el ruedo de Bilbao, menos negruzco que de costumbre, parcheado con serrín al inicio de la corrida, mientras el cielo encapotado tuvo el capricho de descargar un chaparrón intenso en el quinto de la tarde. Después, al final, un sol juguetón filtró alegres rayos por entre los alerones de la plaza, pero no sirvió para iluminar ninguna sonrisa, ni en el público ni en los toreros.Aquí no pasó nada. Y a buen seguro que José Antonio Campuzano hubiese deseado que hubiese pasado algo más para enderezar una temporada bastante difícil para él. Campuzano se centró y superó las dificultades de sus toros, mostrando gratitud cuando saludó al público bilbaíno que reconocía en el torero, que dio la cara ante su primero, que con cierta bondad cortaba el recorrido. También Campuzano derrochó voluntad en su¡, segundo, que aunque embestía defendiéndose, el torero de Gines no se olvidó nunca de que Bilbao es una plaza importante para recuperar el tiempo perdido. Los toros no le dejaron, lo mismo que a Fernando Cepeda, torero menos hecho, pero que atesora buenas maneras, que ayer en Bilbao quedaron desairadas cuando el toro tiene poco de bravo, es una babosa como era su primero al embestir con cierta nobleza pero carente de chispa y motor.
El último, que sí tenía carrocería, mucho cuajo, pero manso descarado, era un angelito, y de poco le sirvieron las ganas y el buen ánimo del torero. Sorteador de cabezazos y miradas amenazantes de unos toracos que si a veces derribaron fue más por violencia que por empuje de bravos. Con los mismos problemas se tuvo que enfrentar Curro Vázquez y sortear como pudo arreones y brusquedades y destemplanzas de su primero. El cuarto intentaba llevarse al torero por delante, por lo que éste abrevió y el público le pitó injustamente.
Ortega Cano mejora
Ortega Cano mejora de la cornada que sufrió el pasado sábado en Toledo, según el parte médico facilitado ayer en la clínica madrileña donde se encuentra ingresado. Sin embargo tenía molestias y lamentaba el gran número de corridas que pierde por este percance, pues prácticamente estaba contratado todos los días hasta mediado septiembre; entre otras, las de las ferias de Bilbao y San Sebastián de los Reyes. En opinión de los médicos, tardará unos 15 días en reaparecer.
Babelia
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