Paralizada una encuesta sobre el SIDA en EE UU por las protestas ciudadanas
Las autoridades sanitarias federales de Estados Unidos han suspendido la realización de un estudio piloto para intentar establecer la incidencia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) sobre la población general. El estudio epidemiológico iba a realizarse como una especie de encuesta que incluía la obtención de muestras de sangre de los habitantes de las viviendas seleccionadas aleatoriamente, para ver si se encontraban infectados por el virus.
La suspensión de los estudios piloto, que debían realizarse en primer lugar en la capital federal, a partir del 1 de agosto pasado, y posteriormente, en septiembre, en la ciudad de Nueva York, se ha debido a las protestas de los habitantes y de asociaciones representativas. La decisión de realizarlos la había tomada el Centro para el Control de Enfermedades a instancias de la Casa Blanca, que pedía datos más concretos sobre la incidencia de la enfermedad.El objetivo de los estudios piloto era determinar si era posible realizar uno de ámbito nacional sobre la frecuencia de infección por el virus del SIDA. Según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE UU, hasta el pasado 8 de agosto se había diagnosticado la enfermedad a 70.208 estadounidenses de los cuales habían muerto 39.620. Sólo durante el año pasado fallecieron unos 13.000 estadounidenses a causa de esta enfermedad. El SIDA se encuentra en el decimoquinto lugar entre las principales causas de muerte en EE UU.
Según los planes originales, los autores del citado estudio debían visitar 800 vivienda: elegidas al azar y pedir a los inquilinos que entregaran de forma confidencial muestras de sangre para comprobar si eran portadores del virus del SIDA. También pedirían que contestaran a unos cuestionarios sobre sus hábitos sexuales y de drogadicción u otros factores que podrían aumentar las probabilidades de contraer el SIDA.
Aluvión de críticas
Pero apenas habían sido enviadas las primeras cartas en las que se avisaba de la visita de los especialistas se produjeron numerosas protestas por parte de los propios inquilinos y de las autoridades sanitarias de la ciudad de Washington. En las protestas se argumentaba que no se puede invadir la intimidad de las personas y que no tenían garantías de que se mantendrían en secreto los resultados de las pruebas.Dado que el ser humano puede ser portador del virus del SIDA y por lo tanto transmitir la enfermedad a otros muchas personas años antes de que se le desarrolle la enfermedad, la estimación del porcentaje de infección de la población supone una útil herramienta para la toma de medidas preventivas y asistenciales en el futuro próximo.
Se cree que de un millón a un millón y medio de americanos podrían ser portadores del virus, aunque esta cifra es una extrapolación de un estudio sobre un grupo reducido y no presenta una aran fiabilidad.
Los críticos del estudio piloto han señalado también que es improbable que los encuestadores encontraran en sus casas a homosexuales y drogadictos, que constituyen dos de ios grupos de riesgo más importantes en esta enfermedad.
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