Vuelta a casa.
Unos 1.300 refugiados salvadoreños, muchos de los cuales han permanecido durante más de ocho años en Honduras, cruzaron ayer la frontera entre ambos países, tras lograr el visto bueno del Ejército salvadoreño, que, sin embargo, negó el permiso de entrada a 20 religiosos norteamericanos que acompañaban a los repatriados.-
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