Fidel Castro asegura que la URSS no tiene ninguna implicación en Centroamérica

El presidente cubano, Fidel Castro, aseguró ayer que la Unión Soviética no tiene ninguna implicación en el conflicto centroamericano, y añadió que se sobrestima el papel de Cuba en la región. Castro descartó el recurso de la violencia para combatir las crisis políticas y expresó su confianza en que, en el marco de la mejoría de las relaciones internacionales, Cuba y Estados Unidos puedan acercarse.

En una conferencia de prensa celebrada en Quito, Fidel Castro elogió al presidente de Costa Rica, Óscar Arias, de quien dijo que era "digno acreedor del Premio Nobel de la Paz que le dieron", pero discrepó con él sobre la interpretación de que el conflicto centroamericano esté incluido en la rivalidad Este-Oeste.Castro manifestó que en la entrevista que el pasado jueves sostuvo con Óscar Arias le dijo: "Te puedo asegurar que Gorbachov no tiene nada que ver con esto; los soviéticos no conocían a ningún sandinista ni tuvieron nada que ver con la revolución nicaragüense".

En relación con Cuba, afirmó: "Arias nos concede demasiada importancia, nos sobrestima cuando dice que podemos jugar un papel decisivo". El presidente cubano admitió que mantiene excelentes relaciones "con los dirigentes sandinistas y con el movimiento revolucionario salvadoreño y otros movimientos revolucionarios", pero advirtió que estas relaciones están basadas en el respeto, y dijo: "Jamás podemos decirles lo que tienen que hacer".

Relaciones con EE UU

El presidente cubano se mostró dispuesto a procurar un acercamiento a la Administración norteamericana, con la condición de que se produzca un cambio de la política estadounidense no sólo hacia Cuba sino hacia toda América Latina. "No nos oponemos", dijo, "a una mejora de relaciones con EE UU dentro de los principios del respeto a la soberanía de ambos países y de los países latinoamericanos; todo lo contrario, apoyamos el principio de distensión internacional".Precisó, sin embargo, que esa distensión no debe limitarse a la reducción de armas nucleares. "No basta la paz en general. Mediante otro tipo de armas, el mundo capitalista desarrollado está destruyendo cada día la vida de millones de personas en el Tercer Mundo".

Castro advirtió que si se mantienen las actuales condiciones sociales en los países del Tercer Mundo seguirá brotando la violencia y los movimientos revolucionarios. Dedicó especialmente esta advertencia a los gobernantes latinoamericanos, a los que anunció que si no realizan cambios para conseguir mayor justicia social "van a hacer el papel de los últimos reyes de Francia o de los últimos zares de Rusia".

El presidente cubano explicó que no quería que se entendiesen sus palabras como de estímulo a los movimientos revolucionarios. Por el contrario, manifestó que "Ójala se tomen las medidas que eviten el estallido de las revoluciones, de la violencia", pero insistió en que .nos estamos aproximando a las condiciones que dieron lugar en otros sitios a las revoluciones". En respuesta a alguna pregunta en la que se le pedía consejo sobre qué hacer para seguir los pasos de Cuba, Castro repitió que "la violencia es el último recurso, el último camino cuando no hay ninguna otra salida".

Castro se refirió también a la perestroika ("nuestras relaciones con Gorbachov son excelentes, pero hacemos las cosas de manera diferente") y al conflicto de Angola, sobre el que dijo: "Hasta ahora todo marcha bien, no se puede decir todavía la última palabra, pero nos vamos aproximando a una solución de paz".