Roban 300 millones en joyas del Monte de Piedad de Gijón

A seis millones de pesetas en metálico y joyas y otros objetos cuyo valor podría alcanzar los 300 millones asciende el botín del robo perpetrado durante el pasado fin de semana en el Monte de Piedad de Gijón y que no se hizo público hasta la tarde del lunes.

Según las primeras estimaciones, el robo fue realizado por delincuentes externos, que desactivaron las alarmas y forzaron las puertas de seguridad aprovechando el largo fin de semana. La policía tuvo conocimiento del robo en la mañana del lunes por un aviso de las limpiadoras del local, que no obstante siendo festivo, habían acudido a realizar su trabajo. El Monte de Piedad ocupa la planta baja y un sótano. En el mismo edificio se encuentra las oficinas del club de fútbol Real Spórting de Gijón.Por la cuantía estimada del botín, este es el robo más importante de los habidos en Asturias en los últimos años. Según los primeros indicios, los autores realizaron varios boquetes con un soplete, tanto en la puerta de seguridad como en la caja fuerte. Las oficinas se encontraban en pleno desorden y el teléfono había sido cortado. Los ladrones actuaron con criterio selectivo y sólo se llevaron los objetos de mayor valor. Se sospecha que la puerta de acceso pudo haber sido forzada desde el interior, en cuyo caso al menos uno de los autores del robo debió quedar oculto en las oficinas cuando se cerraron al público a primeras horas de la tarde del sábado. Los delincuentes desmontaron y se llevaron consigo el sistema central del disposistivo de alarma, probablemente con intención de poder estudiarlo con mayor detenimiento.

La policía inició inmediatamente las pesquisas para la identificación y localización de los delicuentes y la recuperación de lo robado. Sólo un vecino asegura haber visto, hacia las 17.30 horas del sábado, a una pareja de unos 35 años que merodeaba por los alrededores del Monte de Piedad y que portaba unas maletas de cuero. De la inspección inicial se deduce que los ladrones utilizaron guantes en todo momento y que operaron con gran tranquilidad. El bajo y el sótano asaltados se encuentran en una plaza céntrica de Gijón, muy concurrida por el público juvenil y habitual lugar de alterne, circunstancia que favoreció probablemente a los ladrones.