Israel teme que se produzca una relación de fuerzas que le perjudique
Israel teme que el fin de la guerra irano-iraquí produzca una nueva relación de fuerzas estratégicas en la región que sea peligrosa para el Estado judío. El Estado Mayor del Tsahal (Ejército israelí) se reunirá los próximos días para estudiar las consecuencias que puede tener para Israel el cese de las hostilidades entre Irán e Irak.Los analistas militares israelíes opinan que los dos países tratarán, en un primer momento, de cicatrizar sus heridas, se esforzarán en reconstruir su infraestructura y vigilarán cómo se reintegran en la vida civil los centenares de miles de combatientes. Este proceso durará varios años, y durante todo este tiempo, la influencia moderadora de Estados Unidos y de la Unión Soviética, quizá, se hará notar, tanto en Teherán como en Bagdad. De entrada, en Irán, donde ya ha comenzado la era posjomeinista, pero probablemente también en Irak, reforzado militarmente, pero desangrado económicamente así como endeudado hasta las cejas.
Este escenario es más bien tranquilizador, a menos que el presidente iraquí, Sadam Husein, henchido de orgullo por la última ofensiva victoriosa de su Ejército, quiera sacar partido de su nueva posición de fuerza militar dominante en el mundo árabe y pretenda asegurar su hegemonía con un golpe de mano. Bagdad podría arrebatarle a Siria la función de líder en la lucha contra Israel. "No hay que olvidar", subrayan los analistas militares, que Irak ha participado en todas las guerras contra Israel, desde la guerra de independencia judía, de 1948 y 1949, hasta la del Yom Kipur, en octubre de 1973".
Especial preocupación
Lo que preocupa a los militares israelíes es que el Ejército iraquí salga de esta terrible matanza más fuerte que nunca. Irak dispone actualmente de 55 divisiones, la mayoría blindadas, aguerridas por ocho años de hostilidades. Además, su aviación de combate cuenta con 600 aviones y con unos pilotos que han aprendido todas las formas de combate aéreo y de bombardeo. Los iraquíes tienen 5.000 carros de combate y toda una panoplia de misiles (suelo-aire, aire-aire y suelo-suelo) muy modernos. Sus misiles tierra-tierra Scud-be, de fabricación soviética, con un alcance de 600 kilómetros, pueden penetrar en territorio israelí, y disponen de otros de la misma clase con un alcance superior, de hasta 900 kilómetros.
Los analistas israelíes temen menos la era posjomeinista en Irán, ya que este país, que ha sufrido los tremendos efectos de la guerra, tendrá que dedicar largos años a la reconstrucción. El espíritu de la revolución jomeinista pervivirá, pero de forma menos virulenta, sostienen los expertos.
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