Inocencia y juventud
El Festival Internacional de Cine de Gijón ha tenido como protagonista a la juventud, cuyos gustos fílmicos son una lección que incita a la reflexión. Mientras desde la pantalla, desesperanzados adolescentes luchaban por sobreponerse a sus frustrantes realidades cotidianas, en las butacas del teatro Arango, 200 jóvenes, miembros del jurado juvenil, potencíal válido del público cinematográfico del presente y tal vez del futuro, tomaban sus notas día a día.Ellos han rubricado con su fallo el natural y lógico enfrentamiento valorativo, respecto a los maduros y capacitados miembros del jurado internacional, quienes con sabiduría ante la ausencia de títulos sobresalientes optaron en sus fallos por la coherencia y la sinceridad.
Frente al pragmatismo y reflejo de la realidad social de nuestra época, presentes en los premios concedidos por los adultos, los jóvenes, románticos y soñadores, amantes de la aventura y los viajes, con ideales donde se aunan la amistad y la fantasía, e inocentes para deslumbrarse por el. look de una bonita fotografía, han otorgado el premio del jurado juvenil a la suiza Géminis, estrellas gemelas; y al cortometraje alemán Tiempos duros, de Uwe Wilhelm, donde la alteración del orden armónico y establecido, también deben ser referencia significativa de su juventud.