Balsemao lamenta la invasión norteamericana en la televisión
Francisco Pinto Balsemao, ex primer ministro de Portugal y editor y director de Expresso, lamentó ayer la colonización e invasión de programas norteamericanos en la televisión, durante el discurso de clausura del seminario sobre La propiedad y los medios de comunicación y su influencia en la libertad de expresión, que se ha celebrado durante toda la semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.
"Me preocupa que un fenómeno periodístico como es el del International Herald Tribune, que está conquistando lectores en muchos países de Europa, se repita en el ámbito de una televisión nutrida casi en su totalidad con material norteamericano; ello significa que idiomas como el español o el portugués pierden protagonismo en los medios de comunicación europeos", dijo Pinto Balsemáo.El ex primer ministro portugués se refirió a la poca producción nacional que existe en las televisiones portuguesa y española, y citó el caso de "colonización" por parte de la lengua inglesa procedente del Reino Unido y de Estados Unidos a través de estaciones que emiten vía satélite como Sky Channel y otras "que, aunque pierden dinero, son una realidad".
Sobre los peligros de concentración de empresas Pinto Balsemáo explicó que es inevitable este fenómeno debido a la tendencia a la libre circulación de capitales, que será una realidad en 1992.
Habría que encontrar una contrapartida a la invasión de grupos extranjeros fortaleciendo nuestros propios grupos nacionales y regionales y entrando incluso en empresas europeas", añadió.
Por otra parte, el director del Instituto Internacional de Prensa (IPI), Peter Galliner, codirector de este seminario junto con el director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, criticó ayer en una conferencia de prensa la noticia aparecida en el diario Abc del pasado día 7 en la que se informaba sobre una carta que había firmado un colectivo de alumnos participantes en el seminario sobre La propiedad y los medios de comunicación y su influencia en la libertad de expresión quejándose de su planificación y desarrollo.
Galliner dijo, entre otras cosas, que el seminario había estado a la altura de otros cursos de este tipo de cualquier universidad europea.
