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El vicepresidente de la CEOE se entrevista con Pinochet

Un encuentro sobre La empresa Chilena y la comunidad, al que concurrieron Alfredo Molinas, vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, y Bernardo María Cremades, presidente del Tribunal de Arbitraje Comercial Internacional, diplomáticos y dirigentes de las patronales chilenas, se realizó ayer en un céntrico cine santiaguino. El encuentro, organizado por la Cámara oficial Española de Comercio con Chile, fue la culminación de un programa de reuniones de empresarios de ambos países, para fomentar el intercambio y las inversiones.Ante unas 150 personas Cremades defendió el desarrollo de la empresa privada en un marco de libertad y planteó los desafíos de la integración económica europea. Molinas negó que su visita tuviera carácter político y no se pronunció sobre el hecho de que la mayoría de los dirigentes empresariales chilenos son pinochetistas. Sostuvo que vino a "hablar de lo que representa en el mundo occidental la empresa privada".

Visita a La Moneda

El programa del encuentro debió ser alterado, porque Molinas salió del cine y fue al palacio presidencial de La Moneda para saludar al general Augusto Pinochet, con quien estuvo reunido unos 15 minutos. Esa reunión no estaba en el programa de la Cámara de Comercio y fue gestionada por dirigentes empresariales chilenos.Molinas considera que los empresarios chilenos, que tal vez enfrenten próximamente una transición a la democracia, deben procurar "que las empresas funcionen bien, que sean rentables, que se esfuercen en la creación de empleos, sobre todo en la juventud". Según él, si las empresas ayudan a que "haya una mejora económica sensible en Chile puede alejarse el temor de cualquier transíción traumática, como fue alejado en España en su momento".

El interés español por invertir y hacer negocios en Chile se ha multiplicado, a pesar de la proximidad del plebiscito de sucesión presidencial y la incertidumbre política. Las exportaciones de España a Chile ascendieron a un equivalente de 116 mifiones de dólares el año pasado, un 39% más que en 1986, mientras que las importa,ciones provenientes del país suramericano fueron de 146 millones de dólares en 1987, arrojando un saldo desfavorable a España de 30 millones de dólares. El objetivo comercial de España es incrementar sus exportaciones a este país hasta 200 millones de dólares, que fue el récord antes de la recesión internacional.

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