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FESTIVAL DE CINE DE BARCELONA

Jules Dassin: "Estoy profundamente deprimido por como se han desarrollado las cosas"

El cineasta intervino en el accidentado acto de homenaje a los represaliados por la 'caza de brujas'

El cineasta norteamericano Jules Dassin manifestó ayer, en una entrevista con este diario, encontrarse "profundamente deprimido" por el desarrollo del acto de homenaje a los represaliados del macartismo, celebrado anteayer en el marco del festival. Lo que más lamenta es que la discusión se empobreciera hasta convertirse "en una situación insultante y degradante incluso para el propio Edward Dmytryk". Al tiempo que cree que se pueden obtener lecciones de cuanto sucedió en el pasado, Dassin se muestra optimista respecto a la actual situación política en Estados Unidos, y anuncia que está preparando un guión sobre su experiencia personal, sobre su vida de exiliado, que piensa poder rdmar en su país de origen.

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"Me duele tener que criticar a la organización del festival porque han hecho otras cosas magníficamente", dice el cineasta "Pero creo que han caído en el error invitando a Dinytryk. Me habían informado de su intención mucho antes. Yo, por mi parte, les reconocí su derecho a querer oír las dos interpretaciones, antagónicas, de los hechos pero me reservé el mío a no querer sentarme en una misma mesa con Dinytryk. Un tanto optimistas, los organizadores del festival creyeron que sería el propio Dmytryk quien declina ría la invitación. No ha sido así y una vez en Barcelona me he encontrado ante el dilema: ¿qué hacer, marcharme de Barcelo na o criticar abiertamente a Dmytryk?. Con inocencia, creí que lo segundo podía funcionar y los resultados están a la vista: me he equivocado".Dassin desconoce si antes, en algún otro lugar, se había in tentado ya debatir en torno a período de la caza de brujas. No le pareció mala idea que en Es paña, "en donde se ha sufrido incluso mayores persecuciones en contra de la libertad de ex presión", se quisiera obtener lecciones de un período del pasado norteamericano. "Pero, aunque sea una lástima, no ha servido de nada intentar hablar, ni nada nuevo ha podido ser dicho al respecto".

Dassin establece el calificativo "batalla" para explicarse qué pasó en aquel entonces: "Una batalla contra un poder que pretende ahogar los intentos de expresión libre y crítica de quienes creen que tienen algo que ofrecer, algo que decir. Como en toda batalla, para ganarla se necesita de una estrategia y la gente que ya en el primer momento acepta callar, pierde. Pero pierde sin remedio. Es una cuestión de reflejos, uno debe ser capaz de decir 'no, no callaré,' aunque le prometan poder hablar mejor más tarde si se calla al principio".

Aunque reconoce que la persecución en Hollywood no llegó a los extremos que se dieron en otros ámbitos, Dassin asegura que "hay muchas clases de muertes y la moral es una de ellas". Y añade: "No creo en la existencia de dos bandos, de buenos y malos. Se trata de un grupo sólo de personas malheridas que, demasiado implicadas en la historia, tienen dificul tades a la hora de juzgar los he chos con objetividad".

Jules Dassin, defensor acé rrimo de los cines denominados nacionales, lamenta que el exilio le haya llevado, a menudo, a rozar el producto más "internacional". "Siempre he hecho un esfuerzo por adaptarme a otros países, a otras culturas. En realidad añoro mi país y le necesito".

En 1968, Jules Dassin volvió a rodar en los EEUUU. Se trataba de un filme sobre la marginación de los negros que tuvo problemas. A pesar de ello afirma que "el macartismo es hoy impensable en mi país. El americano es un personaje esencialmente demócrata. Incluso cuando comete errores, los hace creyendo defender la democracia. Pero los media le influyen y manipulan".

A pesar de las dudas sobre el sentimiento político de su país, Dassin confia en poder rodar allí, en un futuro próximo, un filme biográfico. El guión está escribiéndolo ya.

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