_
_
_
_

La industria azucarera propone un plan a cuatro años para modernizar el cultivo

Las industrias azucareras han presentado a las organizaciones agrarias un plan a cuatro años para lograr una modernización en el cultivo de la remolacha. Este plan, que se conoce como Objetivo 92, contaría con una inversión de 2.000 millones de pesetas por pate de las industrias. En los últimos días se ha hecho una propuesta a las organizaciones agrarias para que decidan sobre su participación en los gastos. Caso de no existir una respuesta favorable, las industrias estarían dispuestas a llevar adelante su proyecto con sus recursos.

La elaboración de un plan para modernizar el cultivo remolachero es un proyecto que barajan los industriales desde hace algunos meses y que debería haber entrado ya en vigor. Sin embargo, parece que las industrias han optado por ultimar el proyecto tras cerrar negociaciones con las organizaciones agrarias, para que la cofinanciación sea más elevada y se pueda contar con mayores recursos.Por su parte, en medios remolacheros existe una cierta suspicacia sobre la situación como quedarían las cuotas remolacheras al aplicar los criterios de distribución que contempla el plan para la remolacha de reserva y la complementaria.

El objetivo de este proyecto se centra en divulgar nuevas tecnologías en el sector, desde la mecanización a las técnicas de sementera, utilización de semillas y maquinaria apropiada, con el fin de reducir costes de producción y ofrecer una raíz remolacha uniformizada a la industria. Dentro de los subprogramas contemplados en este plan destacan tres. El primero afecta a la mejor utilización de las semillas monogermen. La industria quiere que a partir de la próxima campaña la contratación de remolacha complementaria y de reserva se haga sólo para los agricultores que sigan las recomendaciones sobre la utilización de la semilla monogermen. La subvención a este tipo de semillas será del 20%.

Subvenciones a cooperativas

Los comités técnicos que funcionen en cada comarca determinarán también la mecanización más adecuada. La compra de estos aperos contaría con una subvención de cuatro puntos y estará orientada preferentemente a las cooperativas y entidades asociativas. Finalmente, se pretende un abonado más racional, con subvenciones para el análisis de los suelos.Para la realización de este plan la industria está dispuesta a colaborar con 500 millones de pesetas cada campaña. De esta cantidad, el 60,5% sería para la zona norte; el 33%, para la zona sur, y el 6,5% restante, para el centro. Los agricultores deberán tomar una postura sobre su aportación antes del 6 de junio. En principio, las posiciones repecto a este plan son de cierta reticencia a poner dinero si no hay una mayor clarificación sobre los objetivos reales del mismo, según señala el responsable sectorial de Jóvenes Agricultores José Ángel Alegría.

Las organizaciones agrarias y la industrias azucareras mantienen tradicionalmente una línea de fuerte colaboración, que se traduce en acuerdos cada campaña así como con la aportación de cuotas para investigación o promoción del azúcar. Esta filosofía de participación se quiere mantener, pero con las cosas claras. Por este motivo, algunas siglas como Jóvenes Agricultores, pretenden analizar más en profundidad la oferta industrial antes de adoptar una decisión a cuatro años.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_