Sean Connery, un padre perenne

En un descanso del rodaje de la última película de Indiana Jones, Sean Connery, que hace el papel de padre del aventurero, se reunió con un pequeño grupo de periodistas europeos. Después de terminar The Presidio, en la que hace de coronel del Ejército norteamericano y padre intolerante de una muchacha, Connery parece haberse convertido en el padre perenne en la pantalla desde que dejó atrás sus años como James Bond. "No me ha faltado trabajo desde que cumplí los 50, pero sé que he tomado algunas decisiones estúpidas en mi carrera", dijo.

Como padre de Indiana Jones, tiene que llevar durante el rodaje traje y corbata con una temperatura cercana a los 30 grados. Sean Connery aparece en un descanso de la filmación para hablar de su anterior película, The Presidio, y tiene prohibido por el momento dar detalles sobre el trabajo de Spielberg en su última producción."No hay un calendario específico ni un objetivo en la sucesión de películas que hago", dice. "Se trata de escoger entre lo que surge. Tengo en este momento un calendario muy apretado: de The Presidio iba a ir a filmar Las aventuras de Munchhausen en Roma, para un pequeño papel que era más un favor que un trabajo; de ahí iba a Manila, pero todo cambió y ni fui a Roma ni a Manila. Ahora me encuentro haciendo esta película, en la que no aparezco tanto tiempo en pantalla como Harrison Ford porque su papel va de la página 1 a la 125, y yo no aparezco hasta la mitad de la película, pero participaré en la filmación hasta el final"."Me estoy convirtiendo en padre perenne desde Time bandits (Los héroes del tiempo), en 1981", dice. "Pero lo estoy disfrutando, el rodaje va muy bien. Como padre de Harrison Ford, me encuentro en un papel que demanda mucho. Hacemos constantes cambios con Harrison y Spielberg, por ejemplo, en lugar de repetir la toma para los primeros planos, se filma a los dos simultáneamente, lo que hace el trabajo mucho más agradable a los actores"."Esta película ha requerido mucho trabajo, ha sido rodada en Almería, Mojácar, Guadix a muy altas temperaturas y el traje que ya he descrito. Tenía que cambiarme la camisa después de cada toma, a causa del calor y el humo. Es mucho más divertido hacer de padre de Indiana Jones que de padre de la muchacha en The Presidio. ¿Que si aceptaría hacer de padre de Rambo? No quisiera esa responsabilidad".The Presidio es una película de intriga y acción, como las que estamos acostumbrados a ver en la pequeña pantalla. "De The Presidio me gustó el personaje del que originalmente se escribe, un soldado ruso nacido en Minsk que estuvo a cargo del cuartel El Presidio en San Francisco, un lugar que existe realmente. La idea del emigrado ruso con esta responsabilidad y su visión de la vida norteamericana fue lo que me atrajo del personaje, así como el hecho de que uno puede ser un buen soldado, pero eso no le hace ser un buen padre. También hay un subtema que creo que no está bien desarrollado en la película, que es el contrabando de diamantes, que pudo ser mejor desarrollado. De todas maneras, todavía no he visto la versión final de la película".

Sean Connery ha desarrollado una carrera desigual en el cine, con papeles mediocres y grandes actuaciones. Desde que ganó el Oscar por su actuación en Los Intocables de Brian de Palma, y tras el éxito europeo de El nombre de la rosa, Connery sigue con una política personal al escoger sus papeles. "No recuerdo haber dicho que se me hacía cada vez más difícil encontrar buenos papeles para actores mayores de 50; vengo haciéndolos desde que tenía 40. He tomado algunas decisiones estúpidas, pero no me ha faltado trabajo".

Decisiones estúpidas

"Por ejemplo, me tomé un período sabático y dejé las pantallas durante un buen tiempo, y cuando volví hice una película llamada Meteor, en la que falló toda la estructura, la gente que intervino y cómo fue hecha. En otra oportunidad hice una película llamada Cuba, sobre un tema que me parecía muy interesante. Richard Lester fue el responsable -aunque yo acepto mi parte de responsabilidad al haber hecho la película- y también hubo problemas por que el guionista Charles Wood enfermó y el director descuidó totalmente a quien lo reemplazó. Nadie ha hecho una película sobre la Cuba que tomó Castro, y me sigue pareciendo una buena idea llevarla al cine".De todas formas, el ganar un Oscar parece no haberle afectado demasiado. "En realidad, nunca le di demasiada importancia al Oscar. No sabía siquiera que uno tenía que ser miembro de la Academia para poder recibirlo. No creo que el Oscar haya significado un cambio para mí, aunque a nivel mundial te dé mucho prestigio. Pero es como hacer una película: una vez que la terminas vuela como un pájaro lejos de ti. Se trata entonces de si le gusta o no al público, si funciona o no, y ya no hay nada que uno pueda hacer. Lo mismo sucede con el Oscar, es muy agradable recibirlo, aunque, francamente, no pensé en ganarlo. Cuando lo anunciaron tuve que improvisar, no llevaba nada preparado. Ahora mi esposa ha llevado la estatuilla a casa, en España, y la hemos puesto en una esquina del nuevo cuarto de baño".