Obiang:, "El pueblo pide mi continuidad"
El presidente guineano sólo cree en un partido único
El presidente guineano Teodoro Obiang Nguema considera consolidado su plan de reconciliación nacional, que culminará en las elecciones presidenciales del próximo año, a las que se presentará como candidato del Partido Democrático, único reconocido por su Gobierno. "No presentarme supondría una traición a la patria", dijo Obiang recientemente en Malabo a este periódico. El presidente ecuatoguineano rechaza la posibilidad de legalizar al Partido del Progreso, de Severo Moto, que hace dos semanas volvió a Malabo desde su exilio en España.
Teodoro Obiang Nguema, de 46 años, rechaza la posibilidad de reconocer a ningún partido de oposición en Guinea, incluso al Partido del Progreso, que dirige Severo Moto, de quien espera que se integre "corno uno más" en el actual proceso de democratización del país. Obiang, que se halla al frente de Guinea Ecuatorial desde el golpe de Estado que acabó en 1979 con el dictador Francisco Macía Nguema, tío suyo, considera normalizadas las relaciones entre Guinea Ecuatorial y Nigeria, que recientemente se enturbiaron, por la existencia en la isla de Bioko de una granja agrícola y ganadera gestionada por surafricanos, cuya presencia ha suscitado las protestas del Gobierno de Lagos, acérrimo enemigo del apartheid.
El presidente es optimista respecto a la situación económica de Guinea, que considera que "evoluciona positivamente", sobre todo tras su integración en la Unión Aduanera del Africa francófona (UDEAC) en 1984.
Pregunta. ¿Cuál es su valoración del regreso a Guinea del presidente del Partido del Progreso, Severo Moto?
Respuesta. No es la primera vez que regresa a Guinea un ciudadano que se hallaba en el exterior por motivos que se dicen políticos, pero que yo califico de personales. Pero si ha vuelto como un ciudadano más, yo únicamente tengo que felicitarle y darle la bienvenida, sin persecuciones, al igual que ocurrió cuando se marchó de Guinea. Porque aunque él se declarara refugiado cuando se marchó, nunca tuvo ningún percance en el país.
Sin oposición
P. ¿Cómo se puede compaginar la vuelta de Severo Moto con el proyecto de su Gobierno de reconstrucción nacional?
R. Ya he dicho en muchas ocasiones que aquí en Guinea no reconocemos a ningún guineano como opositor del Gobierno, y por tanto tampoco podemos reconocer a ningún partido de oposición. Yo sé que muchos guineanos cuando están fuera tienen que reorganizarse para ser reconocidos por los organismos internacionales, como el Comité de Refugiados y Amnistía Internacional, con el fin de recibir un poco de ayuda. Pero yo creo que cuando vuelven al país no pueden ser considerados como jefes de oposición ni como refugiados.
En efecto, el estatuto internacional de refugiados dice que una persona es tal si no puede entrar en su país. Por tanto yo creo que él [Severo Moto] tiene que seguir esa política internacional y respetar las leyes que ha aprobado el Parlamento. Incluso puede participar en el proceso que se lleva a cabo en este momento, presentándose a los comicios en las agrupaciones que tiene establecido organizar el Gobierno.
P. Actualmente la ley establece que la condición para participar en el proceso de reconstrucción nacional es la de militar en el Partido Democrático de Guinea, al que usted pertenece. Sin embargo, esa misma ley dice que esto sólo es una circunstancia temporal. ¿La llegada de Severo Moto no podría ser una buena oportunidad para poner fin a esta temporalidad y permitir, como admite en su título la ley de Partidos Políticos, la legalización del Partido del Progreso?
R. La modificación de la ley fundamental no es problema personal del presidente ni de su Gobierno, sino que se ha de hacer a través del pueblo y de su legítima representación, que es su Parlamento. Aquí lo que hacemos es escuchar primero al pueblo y luego tomar las decisiones que convienen. En el Parlamento se presentó una ley de Partidos que ha sido aceptada por el Gobierno. Y el Parlamento tomó una nueva decisión: dada la falta de experiencia del pueblo en conocer el proceso de democratización, dio mandato al presidente para que organizara un partido con el fin de dar orientaciones.
Y en cuanto a que el pueblo de Guinea se sienta maduro y crea que la evolución natural puede permitir la creación de otro partido -condición impuesta por la ley para aprobar la existencia de otros partidos-, pienso que es un problema que sólo el Parlamento podrá decidir en su día.
Traición a la patria
P. ¿Piensa presentarse a las elecciones del próximo año?
R. Actualmente el pueblo de Guinea Ecuatorial vive en paz, está en orden y se siente satisfecho por el proceso de democratización en marcha. Creo que su deseo es que continúe el programa, por lo que yo pienso que una presentación mía en las futuras elecciones es necesaria. No por razones. de ambiciones personales, sino de seguridad y progreso de la nación. Una interrupción mía en este momento no sabemos qué podría significar. Como me dijo un ciudadano, si yo abandonara ahora, en contra de los deseos del pueblo, sería una traición a la patria.
P. ¿Cuál es el estado actual de las relaciones entre su Gobierno y el de Nigeria?
R. Las relaciones entre Guinea y Nigeria se han normalizado. Yo diría incluso que el problema fue creado por la prensa liberal nigeriana, que intentó presionar a su Gobierno con declaraciones falsas sobre una supuesta existencia de relaciones entre el Gobierno de Guinea y el Gobierno racista de Pretoria.
Nosotros no veíamos ningún inconveniente en el proyecto agrícola en el valle de Moka, ya que no fue presentado por un Gobierno, sino por un grupo de individuos europeos y surafricanos. Porque hay que tener en cuenta que no sabemos cuáles son las razones de esos señores a venir a Guinea; hay un grupo de ciudadanos blancos en Suráfrica que también se opone al apartheid, y muchos de ellos intentan instalarse en otros países para evitar que les afecten los conflictos que llegarán en su día.
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