Un permiso para el Gijón

El quiosco del café Gijón, que quedó descolgado de la lista de 16 terrazas que se instalarán en la Castellana, ha pasado en dos semanas del "matemáticamente imposible" al tratamiento preferencial por parte del Ayuntamiento. La terraza dispondrá de un permiso especial de apertura. La reciente oferta de 560 millones para convertir el café en un centro comercial, a lo que el Ayuntamiento se opone, ha forzado el cambio de opinión.

La concesión del quiosco permanente situado frente al café Gijón, a la altura del número 21 del paseo de la Castellana, caducó en 1986 y fue prorrogada provisionalmente un año. Problemas burocráticos impidieron la tramitación de nuevos permisos de apertura para el comienzo de esta temporada.Los propietarios del Gijón habían renunciado prácticamente a la instalación de la terraza este año. "Hasta el anuncio de la oferta de compra, todo habían sido pegas por parte del Ayuntamiento", reconocen fuentes próximas a la propiedad. La pretensión de una empresa británica de adquirir el café por 560 millones para convertirlo en un centro comercial de lujo hizo cambiar la postura del Ayuntamiento, contrario a la desaparición de un establecimiento como el Gijón, que celebra este año su centenario.

El concejal de Régimen Interior, José María de la Riva, ha pedido a la Junta Municipal de Centro que tramite un permiso especial que permita la apertura de la terraza este verano. Hace apenas dos semanas, fuentes municipales afirmaron que era "matemáticamente imposible" que el café contara este verano con terraza.

José María de la Riva admitió que la preocupación del equipo de gobierno por la posible desaparición del café ha influido en la concesión del permiso. El concejal señaló, sin embargo, que los propietarios tendrán que regularizar para la próxima temporada la situación de la terraza, bien como quiosco estable, bien como instalación de temporada.

De la Riva afirmó que el Gijón tendrá la licencia probablemente la próxima semana. José López Brito, copropietario del café, afirmó que estaba a la espera del permiso, aunque aún no ha recibido confirmación oficial. El Gijón, que pagó al Ayuntamiento un millón de pesetas por la instalación de la terraza el verano pasado, pagará esta temporada una cifra cercana a los tres millones.

Fuentes próximas a la propiedad afirmaron que el café ha recibido en los últimos días nuevas ofertas de compra, entre ellas una de 660 millones de un grupo francés que garantiza su mantenimiento y el de los puestos de trabajo. López Brito afirmó que no habrá venta de momento y que su máxima aspiración es conseguir la concesión del quiosco, que saldrá a concurso en los próximos meses, por un período de 10 años. La terraza del café Gijón fue inaugurada en 1913.

En espera de junio

Mientras tanto, la vecina terraza de El Espejo, que tampoco fue incluida en la lista de veladores de la Castellana, espera al 30 de junio, fecha en que le será concedida la explotación de la terraza por cinco años, pagando un canon anual de 4,5 millones. El Espejo será el primer quiosco estable que se adjudica de acuerdo con la nueva ordenanza de veladores, aprobada en marzo. El Ayuntamiento ha autorizado 16 terrazas en la Castellana y quiere llegar a las 20.Renovarse o morir, ése es el dilema en el que se encuentran 70 quioscos estables, cinco de ellos en el paseo de la Castellana, que saldrán a concurso después del verano bajo la nueva normativa. El Ayuntamiento pretende poner fin de esta forma a la situación irregular en que se encuentra la mitad de los quioscos de la ciudad, cuya concesión caducó hace años.

Según la nueva ordenanza, el período de concesión de un quiosco estable puede ser hasta de 10 años, frente a la licencia de seis meses para las terrazas de temporada. Los futuros quioscos pagarán, por ocupación de suelo municipal, cantidades que oscilan entre los cinco millones al año en la Castellana y las 300.000 pesetas en los distritos de la periferia.

Los actuales concesionarios -algunos llevan hasta 50 años- han pedido al Ayuntamiento una solución para los cientos de trabajadores que se verían afectados en el caso de no conseguir de nuevo la concesión, aunque De la Riva afirmó que el Ayuntamiento no tiene ninguna responsabilidad sobre el personal que trabaja actualmente en los quioscos.