AP apoya al candidato de CiU para la presidencia del Parlamento catalán

ENRIC COMPANY El democristiano Joaquim Xicoy, candidato de Convergència i Unió (CiU), fue elegido ayer presidente del Parlamento catalán con los votos de la coalición nacionalista y los de Alianza Popular (AP). El apoyo de los conservadores a Xicoy fue otorgado "a cambio de nada", según manifestó el presidente de AP de Cataluña, Jorge Fernández Díaz.

El voto de los seis diputados aliancistas no era necesario para asegurar la elección de Xicoy, ya que CiU dispone de la mayoría absoluta, aunque con un margen de sólo dos votos. Esta ajustada diferencia hace prever, sin embargo, que el concurso de AP será probablemente necesario en más de un ocasión para CiU a lo largo de la legislatura, pues cualquier imponderable podría causarle la pérdida de votaciones si todos los partidos de la oposición actúan juntos.AP ha anunciado que se abstendrá en la votación de la investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat, prevista para los días 21 y 22. Xicoy inició ayer por la tarde la rueda de consultas con los grupos parlamentarlos sobre la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat. Esta consulta es una cuestión formal, a la vista de la mayoría absoluta de CiU.

Los socialistas votaron como presidente del Parlamento a su candidato, Antoni Dalmau, que obtuvo los 42 votos de su propio grupo, en un gesto destinado a expresar su disgusto porque la mayoría de CiU no tuvo "siquiera el gesto cortés de consultar a los demás partidos si estábamos dispuestos a votar un presidente de consenso para el Parlamento", según declaró al término de la sesión el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que ayer asistió a su primer pleno como diputado autonómico.

Iniciativa per Catalunya (la coalición de comunistas y nacionalistas de izquierda), Esquerra Republicana y CDS votaron en blanco.

Xicoy sucede en el cargo al también democristiano Miquel Coll Alentorn, de 84 años, que no asistió a la sesión debido a su delicado estado de salud. Ayer se supo que Coll ha estado cobrando desde 1980 una pensión de jubilación que la legislación considera incompatible con la percepción de honorarios por sus cargos públicos, según publicó Diari de Barcelona. La familia de Coll anunció que devolverá a la Seguridad Social los casi cinco millones de pesetas a que asciende el total de estas pensiones.