El pacifista palestino Awad, expulsado de Israel
El militante palestino de la no violencia Mubarak Awad, que tiene nacionalidad norteamericana, fue finalmente expulsado ayer de Israel con destino a Estados Unidos. "Regresaré muy pronto a mi tierra natal", aseguró en una carta que hizo llegar a la Prensa poco antes de abandonar el país. [La Casa Blanca denunció la deportación como injustificable y afirmó que el Gobierno israelí no tiene razones para ella, informa Reuter.]
"Los israelíes me han retirado el derecho universal que me autoriza a vivir en mi tierra natal", escribe Awad en su hasta ahora último mensaje, "pero no permaneceré silencioso ante esa injusticia".Awad, nacido hace 44 años en Jerusalén y nacionalizado norteamericano, es acusado por las autoridades israelíes de ser uno de los principales inspiradores de la Intifada, la sublevación palestina que bajo forma de un movimiento de desobediencia civil se ha rebelado contra la ocupación israelí desde diciembre pasado.
La orden de expulsión contra Awad fue tomada el pasado 5 de mayo por el propio primer ministro israelí, Isaac Shamir, en su calidad de ministro del Interior en funciones, y fue confirmada un mes más tarde por el Tribunal Supremo. No obstante, los jueces que vieron el caso aceptaron una petición de la defensa para posponer la salida efectiva del país durante una semana, con el fin de que Awad pudiera asistir a un juicio por difamación que tenía pendiente. Durante todo ese tiempo el Ghandi palestino ha permanecido detenido en la prisión de Ramleh, al suroeste de Tel Aviv.
Ayer, poco después de mediodía, Awad fue trasladado en un coche celular, fuertemente escoltado, al aeropuerto internacional Ben Gurion. Allí, en un edificio alejado de las mira das indiscretas de periodistas fotógrafos y cámaras de televisión, a quienes no les fue permitido el acceso a las pistas, el militante palestino de la no violencia, esperó la salida del vuelo, que una pequeña avería retrasó casi una hora.
Llamamiento de intelectuales
Por primera vez desde el comienzo de la ocupación des pues de la guerra de junio de 1967, un grupo de intelectuales israelíes se ha reunido en Jerusalén para firmar conjuntamente, y de manera pública, un llamamiento en favor de la paz entre los dos pueblos, informa Víctor Cygielman desde esa ciudad.
Más de un centenar y medio de otros intelectuales se han sumado a la iniciativa, que preconiza que la paz esté basada en la creación de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza, paralelamente al de Israel. Jerusalén, como capital de Israel y de Palestina, quedaría como una ciudad abierta y desmilitarizada. Los dos Estados firmarían un tratado de paz y un pacto de no agresión. La soberanía y las fronteras estarían garantizadas internacionalmente.
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