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Moscú admite que un armenio mató a un policía en Bakú

Pilar Bonet

Las tensiones nacionalistas en el Cáucaso continuaron agravándose ayer con el inicio de una huelga general en Eriván (capital de Armenia), dos días después de que un policía azerbaiyano muriera a consecuencia de un disparo realizado por un armenio en Bakú (capital de Azerbaiyán). Un portavoz del Ministerio del Exterior de Azerbaiyán contactado telefónicamente desde Moscú manifestó que el sargento de policía Ismailov murió el sábado en Bakú a consecuencia de un disparo con un rifle de caza desde una vivienda.

El autor del disparo, un armenio de apellido Agambegian, nació en 1932, y la víctima, alcanzada en el estómago por un tiro aparentemente desviado por el choque con una superficie, había nacido en 1951, según manifestó en Moscú el portavoz del Ministerio de Exteriores soviético, Guenadi Guerasimov. Según éste, no estaba claro aún si la muerte del sargento había sido premeditada o no. Guerasimov admitió que las autoridades soviéticas han perdido el control de la situación en Nagorno-Karabaj, donde la población armenia lleva tres semanas en huelga.El nuevo máximo dirigente armenio, Suren Arutiunian, de 49 años, se dirigió ayer a los huelguistas de Eriván, según manifestó un portavoz del periódico Komunist contactado telefónicamente desde Moscú. Arutiunian afirmó ante unas 300.000 personas que la próxima sesión del Soviet Supremo (parlamento) armenio dará una respuesta "positiva" a la integración de la región azerbaiyana de Nagorno-Karabaj a la República de Armenia, indicaron las fuentes contactadas. El Parlamento debe de reunirse mañana, y en su orden del día figura el problema de Nagorno-Karabaj, donde los máximos órganos de poder local se pronunciaron por la integración a Armenia el pasado febrero. La huelga general de dos días, iniciada ayer, tiene por objeto presionar al Parlamento armenio para que apoye la petición.

Nagorrio-Karabaj, que pertenece administrativamente a Azerbaiyán desde 1923, cuenta con un 75% de población armenia. En marzo, el Presidium, del Soviet Supremo de la URSS rechazó las peticiones de Nagorno-Karabaj y aprobó una ayuda económica extraordinaria y un conjunto de medidas destinadas a reforzar los vínculos históricos con Armenia que, sin embargo, no han conseguido devolver la calma a la región.

La mayoría de las empresas de Eriván se hallaban paradas ayer, aunque la situación era "distinta" en los diferentes lugares de la República de Armenia, según informó el portavoz de Komunist. El pasado día 9 tuvo lugar en Moscú una reunión especial en el Comité Central del PCUS a la que asistieron los máximos dirigentes del partido en Armenia y Azerbaiyán, Suren Arutiunian y Abdul Rajinan Bezjrov, respectivamente, manifestaron fuentes armenias informadas. Un alto funcionario soviético sugirió ayer que el Kremlin podría revisar su decisión sobre Nagorno-Karabaj y elevar su status, actualmente de "región autónoma", al de "república autónoma", lo que le daría mayor independencia frente a Baku.

Los armenios se disponen a presionar para que sea revisada la Constitución soviética con el fin de que Nagorno-Karabaj pueda ser incorporada a Armenia, según dijo la semana pasada en Moscú el escritor Zori Balayan, uno de los dos intelectuales armenios recibidos por Gorbachov el pasado febrero al iniciarse los conflictos.

El artículo 78

Los cambios territoriales en el seno de la URSS se rigen actualmente por el artículo 78 de la Constitución, según el cual la alteración de fronteras exige el mutuo acuerdo de las repúblicas implicadas y la ratificación del Estado soviético. El diario Pravda, órgano del PCUS, dejaba bien claro la semana pasada que los sentimientos populares de los azerbaiyanos, de tradición y cultura musulmana, se oponen a la transferencia de Nagorno-Karabaj a Armenia, una república de vieja cultura cristiana.

Balayan, que es nativo de Nagorno-Karabaj, manifestó que la última oleada de disturbios había sido propiciada por las informaciones según las cuales el dirigente soviético Egor Ligachov, miembro del Politburó, se había vuelto atrás respecto a anteriores promesas de examinar el status de Nagorno-Karabaj. Los dirigentes del partido en Nagorno-Karabaj regresaron insatisfechos a su región, tras haber asistido al pleno del Comité Central del partido comunista azerbaiyano celebrado el día 21 de mayo en Bakú. Egor Ligachov, que asistió a este pleno, omitió mencionar una decisión adoptada por el partido comunista el 9 de marzo, según la cual el tema de Nagorno-Karabaj iba a ser estudiado por una comisión especial, según dijo Balayan. En lugar de ello, Ligachov se refirió a una resolución no publicada adoptada el 21 de febrero por el Politburó. Ésta consideraba la agitación armenia como una labor de extremistas. El 22 de mayo las huelgas se reanudaron en Nagorno-Karabaj y un día después lo hicieron en Eriván.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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