El fiscal pide la prisión para dos franceses por robar pollos de especies protegidas

El ministerio fiscal solicita una pena de seis meses y un día de prisión, por el delito de hurto de aves de especies protegidas, para dos franceses que en mayo de 1986 se apropiaron, en Mezalocha (Zaragoza), de dos pollos de águila real y seis de halcón peregrino. Pide también indemnización de más de 600.000 pesetas a la comunidad autónoma de Aragón por los perjuicios ocasionados.

La acusación particular, en la que se han personado la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar) y la Sociedad Aragonesa de Protección de Animales y Plantas, solicita "una condena ejemplarizante", según el abogado que lleva el caso, José Manuel Marraco.A diferencia del fiscal, que ha pedido la aplicación de la pena correspondiente en su grado mínimo (seis meses y un día), los ecologistas piden por el mismo delito dos años, cuatro meses y un día de prisión. También se ha personado en la acusación particular el Gobierno de Aragón, cuyo letrado coincide con el fiscal. El mes de mayo de 1986 la Guardia Civil detuvo y puso a disposición judicial a dos franceses a quienes un miembro de Ansar denunció tras verles cerca de un paraje de Mezalocha donde había nidos de especies protegidas. Se trata de René Demazure, de 23 años, y Jean Paul Cadeac, de 30.

Crías descubiertas

Al principio negaron cualquier relación con la apropiación de aves rapaces, pero después se descubrieron en su coche seis crías de halcón peregrino y dos de águila real. Se presentó la correspondiente denuncia ante: el Juzgado de Daroca, que instruyó el sumario que en estos momentos, tras un largo proceso, está ya en la Audiencia de Zaragoza. No hay fecha todavía para el juicio, que será uno de los primeros en celebrarse por un delito ecológico de estas características.Los dos encausados tienen antecedentes por delitos similares cometidos en Francia, donde se les conoce corno "halconeros". Uno de ellos, Cadeac, tiene cierta notoriedad pues una de sus águilas amaestradas participa en la película La selva esmeralda.

El caso ha tenido repercusiones internacionales y se ha interesado el Ministerio de Medio Ambiente francés así como el Fondo Internacional para la Protección de las Rapaces.