Euforia y temor
En su análisis del record, Variety mezcla euforia y temor. Por un lado: "Los 15 países del ranking atrajeron a un número de espectadores situado entre el 40% y el 70%. No se puede pedir mucho más".Hasta ahí, la euforia. Después, un temor agazapado en la opulencia: "Al mismo tiempo, y sin olvidar que la industria cinematográfica de Estados Unidos es tan poderosa gracias a la exportación, ningún país importador es crucial para su supervivencia. Los beneficios de la exportación nunca superan a los del mercado interno. Esto fortalece a la MPEA cuando se enfrenta a los fervores proteccionistas, pues la amenaza de no exportar filmes puede ser muy real".
Hay curiosas revelaciones un estos entrecomillados. Por un lado, se admite que el poder de la industria estadounidense proviene de sus redes de exportación; y por otro que la existencia de esta industria no depende de esa exportación, sino del mercado interior.
Entonces ¿por que el temor a los fervores proteccionistas y a que la amenaza de no exportarfilmes pueda ser muy real?. No hay otra respuesta: aunque con la existencia garantizada, la industria estadounidense teme perder su poder, que le viene del exterior.
Ningún país aislado puede amenazar a ese poder. Pero la MPEA sabe que hay una operación política de protección conjunta de los países europeos, que son los que forman la mayor parte de su clientela exterior, y esto eriza las defensas de quienes, con la existencia garantizada, lo que realmente temen es perder el poder. De esto se trata, exactamente: las luminosas cifras del arte entran así en los oscuros terrenos de la política.
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