La OCDE prevé que el crecimiento español se sitúe en el 4% en 1988
LLUÍS BASSETS La economía mundial ha mejorado más de lo que se esperaba y seguirá en expansión en los dos próximos años, según el informe semestral de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a 24 países industrializados. El informe indica que el crecimiento de un 3% registrado en la zona de la OCDE proseguirá con una pequeña pérdida de velocidad, y aunque asegura que los riesgos de una recesión parecen conjurados, señala que en buen número de países comienza a configurarse un riesgo de inflación. Las perspectivas para España, en perfecta sintonía con el diagnóstico general, son también optimistas y prevén la continuación del crecimiento, pero a un ritmo menor al de 1987 (5,2%), un 4% para 1988 y un 3,5% para 1989.
El informe de la OCDE, titulado Sinergia de esfuerzos para un buen comportamiento de las economías, subraya, ante todo, las escasas consecuencias de la crisis bursátil de octubre, que .no ha tenido efectos duraderos sobre la moral de las empresas y [que] los mercados financieros conocen un período de calma relativa desde principios de año". Asegura que "la difícil situación de muchos países en desarrollo ha mejorado en algo debido al aumento de los precios de materias primas y a la tendencia sostenida del comercio mundial". La OCDE señala la gravedad de los problemas derivados del endeudamiento de estos países y asegura que "los desequilibrios exteriores siguen siendo considerables".El informe insiste una vez más en la necesidad de que Estados Unidos prosiga los esfuerzos para contener el déficit del presupuesto federal y el déficit de su balanza comercial, que Japón continúe estimulando el crecimiento de su demanda interior y que los países europeos realicen una política concertada de reformas microeconómicas para aprovechar el impulso que puede producir la perspectiva del mercado único de 1992.
Reformas aconsejadas
La supresión de obstáculos reglamentarios y barreras a la libre competencia, la continuación de las reformas fiscales, la disminución de ayudas públicas a la industria y la agricultura son algunas de las ideas generales esbozadas sobre la política a emprender por los países europeos. Destaca la observación de la OCDE sobre el déficit presupuestario italiano, "que podría llevar la deuda pública a más del 100% del PNB a principios de los años noventa, con las presiones que resultarían sobre los tipos de interés".
Respecto a España, la OCDE destaca el control de la inflación, el buen ritmo de crecimiento y el mantenimiento de la tasa de paro, a pesar de la creación de 700.000 empleos entre 1986 y 1987. La inflación podría situarse en 1989 en cifras ya próximas a la media de la OCDE. El crecimiento español superior a los países de la OCIDE seguirá engordando el déficit exterior, pero a un nivel previsiblemente controlable, sobre todo si la entrada de capitales extranjeros continúa financiando parte de las importaciones, especialmente máquinas y equipos, que aumentan rápidamente". El empleo, que creció en un 3,2% en 1987, seguirá en progresión menos acelerada, con un 2,5% en 1988 y un 2,25% en 1989. La tasa de paro, evaluada en un 20,6% en 1987, experimentará una ligera disminución en 1988 (19,5%) y en 1989 (18,75%), muy lejos todavía de la tasa europea, que estará entonces en el 11%. La previsión del crecimiento salarial es de un 6% para 1988 y un 5,25% para 1989, después del 7,3% registrado en 1987, mientras que el índice de precios pasa del 5,7% de 1987 a un 5% y un 4% para 1988 y 1989.
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