Francia anulará un tercio de la deuda del Tercer Mundo

Francia anulará un tercio de la deuda del Tercer Mundo, según una carta dirigida por el presidente de la República, François Mitterrand a los jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos, Japón, República Federal de Alemania, Canadá, Italia y Reino Unido en la que se propone a estos seis países que forman parte del club de los siete más industrializados la adopción de un plan para la resolución del endeudamiento de los países más pobres.Mitterrand propone la cancelación por parte de los países acreedores de un tercio del total de la deuda exterior de los países más pobres del planeta, en esta carta redactada con motivo de la reunión cumbre de los siete en Toronto el próximo día 19 de junio. El plan contempla una serie de medidas destinadas a la anulación progresiva del tercio de la deuda y será aplicada por Francia incluso en caso de que fuera rechazado por los otros seis países más industrializados.

Plan de Miterrand

Mitterrand esbozó las ideas generales de este plan en su carta a todos los franceses, publicada al empezar la campaña electoral que culminó con su reelección para siete años más en la más alta magistratura francesa el pasado 8 de mayo. Un capítulo íntegro de la carta se titulaba El desarrollo del Tercer Mundo y en él se propugnaba un plan mundial de desarrollo que sería para la economía del Tercer Mundo el equivalente de lo que el plan Marshall fue para Europa".El presidente francés explicaba en su escrito su propuesta a las Naciones Unidas de "dedicar al desarrollo los recursos liberados por el desarme". "Era sin duda prematuro", decía Mitterrand en la carta. Más adelante, en cambio, esbozaba la propuesta que ahora acaba de materializar: "Sigo recomendando la anulación de nuestros créditos sobre los más pobres, arreglos de todo tipo para la deuda y la vinculación de modalidades de reembolso con las variaciones de los cursos de los precios de las materias primas".

Mitterrand, en su carta electoral, esgrimía argumento de orden moral e ideológico, asegurando que "hay algo insoportable en esta paradoja por la que el ajuste financiero bloquea el desarrollo económico y humano que tiene por objeto favorecer".

Pero Miterrand esgrimía otros argumentos más pragmáticos: "También nos interesa a nosotros, los países del norte, cuyos mercados se encogen, la apertura a los intercambios internacionales de centenares de millones de hombres, preparados para producir, para transformar, para comprar y vender, para consumir".