El Consorcio de Transportes fuerza al Ayuntamiento a comprar 50 autobuses

La reestructuración de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que, por fases, ha comenzado a fijar el Consorcio de Transportes, organismo dependiente de la Comunidad, obligará al Ayuntamiento de Madrid a dedicar más dinero a la compra de nuevos autobuses. Para el año que viene, por ejemplo, el consorcio considera necesarios 50 nuevos vehículos (cada uno cuesta 15 millones de pesetas), aparte de los que se precisen para renovar la flota.

Los técnicos municipales no han recibido aún el documento privado que redactó el consorcio (organismo formado con mayoría socialista) y en el que se recogen los criterios generales sobre la reestructuración, a pesar de que así lo acordó la comisión delegada del consorcio, el pasado 16 de marzo, a petición de los representantes municipales.

El orden del día de la comisión delegada del Consorcio de Transportes, celebrada el pasado 16 de marzo, incluía una "propuesta de adopción de acuerdo aprobatorio del esquema director y orden de estudio del plan de reordenación de la red de la EMT".

Sin embargo, la comisión -formada por el consejero regional Eduardo Mangada, como presidente; Fernando Menéndez, como secretario, y los concejales Emilio García Horcajo y Valentín Medel- no aprobó el esquema director del plan de reordenación de la EMT y se limitó a acordar, a petición de los representantes municipales, que los servicios técnicos del Ayuntamiento debían estudiar con detenimiento un problema de tanta importancia.

A pesar del tiempo transcurrido, fuentes municipales informaron ayer que los servicios técnicos aún no han recibido tal esquema director, aunque calificaron ciertos criterios recogidos en este documento y publicados por este periódico, tales como la eliminación de algunas de las líneas de autobús que coincidan con el metro, como "muy discutibles".

Ante esta reestructuración, miembros de la oposición han insistido en, lo que consideran una invasión parte del consorcio en las competencias municipales y han criticado la actuación autónoma de la comisión delegada, cuyos miembros son todos del PSOE y en la que los representantes del Ayuntamiento son, a juicio de la oposición, convidados de piedra.

Francisco Herrera, portavoz de IU y presidente de la Comisión municipal de Circulación y Transportes, afirmó ayer que con esta política, que aumentará el número de transbordos, se pretende obligar al usuario a adquirir tarjetas mensuales y con ello aumentar sus gastos en transporte. Sobre la necesidad de aumentar las inversiones municipales en compra de autobuses, Herrera afirmó: "Estamos de acuerdo en que mejore la oferta y se dote de más medios a la EMT, pero no para que el consorcio los distribuya como quiera, sin tener en cuenta ni a la ENIT ni al Ayuntamiento".

La falta de apoyo inicial al plan coincide con la decisión del consorcio de realizar la reestructuración de la EMT por fases, al haberse descartado su aplicación global, según informó ayer Julián Revenga, director gerente del consorcio, quien negó que este organismo aplique sus criterios sin informar a los técnicos de la EMT.

"Se habla con la EMT para ver cómo se aplican los servicios, pero es el consorcio, en el que está representado el Ayuntamiento, el encargado de planificar los servicios, los horarios y las líneas", dijo Revenga. "A cambio, el consorcio, con las aportaciones de la Comunidad y el Ayuntamiento, le asegura a la EMT el equilibrio de sus ingresos. La empresa sólo tiene cada año que aprobar sus gastos", dijo Revenga.

Ha sido precisamente éste el sistema utilizado para abordar la reestructuración del transporte en Vallecas. Los servicios técnicos del consorcio elaboraron la propuesta que fue aprobada por la comisión delegada del consorcio, aunque fuentes municipales afirman que sin que los representantes del Ayuntamiento tuvieran un conocimiento previo de la propuesta.

Posteriormente, la dirección del consorcio, que previamente había discutido la reforma de líneas con distintas entidades ciudadanas, comunicó el plan a la EMT, cuya dirección pidió un retraso sobre la fecha prevista, por lo que no comenzará a aplicarse hasta el próximo día 27. Según la propuesta final, la reestructuración del transporte urbano de Vallecas obligará a incorporar al servicio 14 nuevos vehículos, de los que cinco pertenecerán a líneas que actúan en Vallecas y otros nueve deberán ser llevados desde otros distritos.