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Una empresa química de Vizcaya vierte 360 toneladas de insecticida en un pueblo de Palencia

El Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, localidad situada en el norte de Palencia, en el límite con Cantabria, ha denunciado en el juzgado y en el Gobierno Civil a la empresa Celmar Española, domiciliada en Luchana (Vizcaya), por haber arrojado en la aldea de Cabria, a tres kilómetros de Aguilar, unas 360 toneladas de un producto químico que desprende muy mal olor y que probablemente sea un insecticida contra el escarabajo de la patata.

La empresa contaba con la autorización del alcalde pedáneo de Cabria, Elídeo Gutiérrez Seco (AP), pero no había informado al Ayuntamiento de Aguilar, de quien depende la citada pedanía y otras 33. En la tarde del lunes comenzó la retirada del producto y su retorno a Euskadi, pero en Aguilar de Campóo, localidad de 7.500 habitantes, se teme que se haya filtrado hasta las capas freáticas y que pueda tener consecuencias graves.Los vertidos se produjeron la semana pasada. Según el alcalde de Aguilar de Campóo, el socialista Jesús Torres Ruiz, se calcula que fueron 18 camiones de gran tonelaje los que descargaron el producto en una zona cercana a la carretera nacional 611, donde existen unos hoyos y fosas realizados cuando fue necesario remover la tierra para la construcción de la variente de Aguilar y la variante de la carrretera. El propio Elídeo Gutiérrez, alarmado por el mal olor que desprendía el lugar, fue a denunciar los hechos ante el alcalde de Aguilar. Entonces se supo, según su versión, que "unos señores vascos" le pidieron hace tiempo 11permiso para arrojar vertidos en los hoyos que hay al lado de la carretera". Elídeo Gutiérrez concedió la autorización sin informar al Ayuntamiento de Aguilar.

Al parecer la empresa ofreció como compensación 200.000 pesetas para la aldea de Cabria, que tiene 40 habitantes. "Creo que en la actuación de Elídeo Gutiérrez no ha habido mala intención sino ignorancia", señaló Jesús Torres; "creyó que aquello no tenía importancia y que la cantidad que le ofrecían era buena para su pueblo y aceptó. Luego él mismo vino a decirnos que estaba muy preocupado porque la zona apestaba".

El alcalde de Aguilar de Campóo considera que Celmar Española puede haber cometido un delito ecológico. "Ni pidió permiso al Ayuntamiento ni ha hecho estudios para saber la repercusión de los vertidos en la zona, en las capas freáticas y en la vida de las personas". El Ayuntamiento ha enviado muestras del producto y de las tierras impregnadas a Madrid para saber su composición y determinar su peligrosidad.

El producto está retornando nuevamente al País Vasco mientras que en Aguilar reina la preocupación por si el posible insecticida se ha filtrado en la tierra, muy húmeda por las recientes lluvias.

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