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Un brote de leishmaniosis obliga al sacrificio de perros en Alcobendas

Un brote de leishmaniosis surgido en las urbanizaciones La Moraleja y El Soto, de Alcobendas, ha provocado que al menos 10 perros hayan tenido que ser sacrificados o sometidos a tratamiento en los últimos días ante el riesgo de que sus dueños fueran contagiados.

La enfermedad, cuyo agente transmisor es el mosquito phelebotomus papatasí, se está manifestando en la zona, sin llegar a conformar una epidemia, bajo su vertiente cutánea, cuyo riesgo de mortalidad en el hombre es muy bajo, a diferencia de lo que ocurre con la leishmaniosis visceral.

De momento, según la jefatura local de Sanidad, no se conoce caso alguno de personas afectadas, aunque tres vecinos padecieron recientemente fiebres provocadas por la picadura de garrapata, que en principio fueron confundidas con leishmaniosis, cuyos síntomas son la alta febrilidad y la aparición de granos escamosos.

El peligro para el hombre de la leishmaniosis cutánea o llaga oriental radica en su combinación con alguna otra infección secundaria, en cuyo caso la enfermedad puede revestir serias complicaciones.

El Ayuntamiento de Alcobendas ha aconsejado a los vecinos la fumigación de plantas, muros viejos, lugares húmedos y frondosos, basureros y ruinas de las citadas urbanizaciones. Las zonas públicas de ambas colonias ya han sido fumigadas a instancias del propio Ayuntamiento. La aparición de casos aislados de esta enfermedad es relativamente común todas las primaveras y veranos.

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