Las tropas sirias entran en el sector controlado por Amal y Hezbolá

Siria se ha decidido. Después de tres semanas de combates entre las milicias de Hezbolá (Partido de Dios, proiraní) y de Amal (Esperanza, prosirio), el Ejército de Damasco daba ayer sus primeros pasos en la Ciudad Prohibida, que hasta ahora constituían los suburbios meridionales de Beirut.La medida había sido anunciada desde hacía 13 días, pero la negociación sobre las condiciones del despliegue la había pospuesto. Desde entonces, la capital. libanesa se fue llenando de rumores sobre el momento en que se llevaría a cabo la entrada. Tanto beirutíes como periodistas extranjeros, aún se mostraban escépticos la noche anterior, pese al atentado fallido contra Gasi Kanaan, el jefe de los servicios secretos sirios en Líbano.

En todo caso, se trata de una operación cautelosa, planteada por etapas y que cuenta, si no con el beneplácito de las autoridades iraníes, al menos con su no oposición. No en vano, Kanaan regresaba de la casa del jeque Mohamed Husein Fadlala, guía espiritual de Hezbolá, cuando su coche fue repetidamente tiroteado, en un atentado fallido.

En la primera fase del despliegue las unidades sirias penetraron en el barrio de Gobaire, que separaba a los combatientes. A continuación, se introdujeron en las calles de Chiyah, último bastión de Amal, hasta un grupo de casas conocidas como Hayach, donde Hezbolá había levantado una plataforma. Los milicianos de Amal seguían a los soldados sirios e iban colocando banderas en los inmuebles perdidos en los días pasados frente al enemigo. Para días próximos, está prevista la extensión del plan de seguridad sirio a los sectores completamente controlados por los integristas islámicos, donde se supone se encuentran secuestrados, al menos, 15 extranjeros.