Luz verde para las cooperativas
El Soviet Supremo de la URSS aprobó ayer la ley sobre cooperativas por unanimidad y a brazo alzado, tras introducir una parte de las enmiendas propuestas por los diputados y aparcar un decreto sobre impuestos progresivos que debía haber entrado en vigor el pasado abril.
La ley, que reconoce a la cooperativa una igualdad de derechos con el sector económico estatal, pretende dar una salida rápida al crónico desabastecimiento de bienes y servicios que padecen los soviéticos. El proyecto fue publicado para su discusión pública el pasado mes de marzo, y 42 de sus 50 artículos han sido enmendados, según manifestó el jefe del Gobierno, Nikolai Rizhkov.
Rompiendo con la práctica habitual en este foro, los diputados, que deberían haber aprobado la ley el miércoles, retrasaron el tema hasta ayer debido al polémico sistema impositivo previsto, que marcaba impuestos de hasta el 90% de las ganancias. Un nuevo decreto, en fase de elaboración, sustituirá al preparado por el Ministerio de Finanzas siguiendo indicaciones del Consejo de Ministros firmadas por Rizhkov,
Las enmiendas introducidas en la ley de cooperativas no recogieron la petición de algunos diputados, que expresaron sus dudas sobre el carácter voluntario del "pedido de Estado" (gossakas). Econonmistas soviéticos críticos dan gran importancia a este punto, ya que la falta de garantías de libertad para rechazar o aceptar los encargos del Estado, equivalentes a un plan, mermaría las libertades que teóricamente se conceden ahora a las cooperativas. De acuerdo con el proyecto debatido, la intervención del Estado se mantiene en la fijación de precios. El abastecimiento centralizado de recursos constituye otro poderoso instrumento en sus manos.
Rizhkov trató de animar a los potenciales cooperativistas, asegurándoles que la nueva ley no es un "zigzag temporal", sino una "necesidad viva" en el camino de las transformaciones socioeconómicas.
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