Economía y Hacienda impone sus criterios a Exteriores en el nuevo decreto sobre exportación de armas

El Ministerio de Economía y Hacienda ha conseguido que sus criterios prevalecieran sobre los defendidos por Asuntos Exteriores a la hora de elaborar el nuevo decreto relativo al funcionamiento de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas, según afirman fuentes gubernamentales. Tras el Consejo de Ministros del pasado 25 de marzo, el Ejecutivo anunció que el Gobierno había aprobado el decreto, pero hoy todavía no ha sido desarrollado en alguna de sus partes más importantes.

Desde que hace año y medio comenzó a estudiarse el contenido de la futura legislación sobre exportaciones de armas, se originaron discrepancias entre los ministerios implicados: Economía, Defensa, Industria y Asuntos Exteriores. Este último es el departamento que utiliza fundamentalmente argumentos políticos a la hora de defender la concesión o denegación de una licencia de exportación de armas, mientras el resto de departamentos incide más en razones comerciales, industriales o estratégicas.Por eso, y durante estos meses, Exteriores ha defendido, entre otros objetivos, que su representación en la junta -encargada de conceder o denegar las licencias- debe ser adecuada para poder vetar, por razones políticas, alguna exportación. Por el mismo motivo, considera necesario que las decisiones de la junta se tomen por unanimidad y no por mayoría de sus miembros.

Estas consideraciones y otras fueron analizadas durante más de un año por un grupo de técnicos, en el que estaban representados los citados ministerios, para redactar el decreto que ha sustituido al aprobado en diciembre de 1978 y vigente hasta el pasado día 22. El Gobierno, cuando aún no habían concluido estos trabajos anunció que había aprobado el decreto en la reunión del Consejo de Ministros del pasado 25 de marzo. Este anuncio cogió por sorpresa a algunos ministerios afectados, como el de Exteriores, ya que no habían sido advertidos de la inminente aprobación del decreto.

Además, las líneas generales del mismo explicadas por Javier Solana en esa fecha también sorprendieron a algunos interesados, ya que observaron claramente que habían sido recogidas las principales tesis del Ministerio de Economía, que dirige Carlos Solchaga.

La junta

Así, por ejemplo, la nueva composición de la junta, ya publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado día 21, favorecerá de forma notable a Economía y Hacienda. Hasta ahora en la junta interministerial figuraba un representante de cada uno de los cuatro ministerios afectados. En la futura junta, habrá tres representantes de Economía -entre ellos el presidente y el secretario- y uno solo por cada departamento restante.El representante de Exteriores será el subsecretario del departamento -que será vicepresidente de la junta-, en lugar del director general de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Blasco. En Presidencia del Gobierno se aseguró que este detalle significa que el Ejecutivo ha querido dar un mayor relieve a la representación del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Pero ha sido apartado de la junta Blasco, quien, según diversos testimonios, es el representante de ese organismo que ha adoptado posiciones más duras contra algunos exportadores de armas cuando no estaba suficientemente claro el destino final de los productos o éstos eran enviados a países con regímenes totalitarios.

Además, desde algún ministerio afectado se defiende ahora que las decisiones de la junta deben tomarse por mayoría, tesis que, según las fuentes consultadas, no prosperará.

Hoy, casi dos meses después de anunciada la aprobación del decreto, aún no han sido elaborados o desarrollados dos de los principales aspectos de la nueva legislación. En el decreto publicado en el BOE se prevé la elaboración de dos listas de los productos considerados como armas o de doble uso -suceptible de ser empleados en el campo civil o en el militar- y de las firmas que será autorizadas a exportar armas.

La primera de las listas puede estar elaborada en pocos días, pero la segunda, según las fuentes consultadas, exigirá un esfuerzo mucho mayor, ya que se trata de que en la relación figuren sólo las empresas que reúnan una serie de requisitos para que puedan ser autorizadas a exportar armas. Con la legislación anterior, cualquier empresa podía solicitar un permiso de exportación de material de empleo militar o de doble uso.

En los medios oficiales consultados se desconoce por qué el Gobierno se apresuró a anunciar que estaba aprobado el nuevo decreto cuando faltaban por hacerse varios trabajos técnicos, que iban a retrasar considerablemente -como ha ocurrido- la entrada en vigor de la nueva norma y su aplicación real con la elaboración de las dos citadas listas.

En opinión de otras fuentes, el motivo del apresuramiento pudo residir en el hecho de que EE UU insistió en la última reunión del COCOM (Comité de Control de Exportaciones) celebrada hace tres meses en que Europa debía controlar más sus exportaciones de tecnología para que no llegaran a países del bloque del Este. Quizás por ello, opinan, el Gobierno español quiso anunciar que tenía ya elaborada una nueva legislación sobre el control de exportaciones de armas y productos de doble uso.