Michael Jackson se estrena en Europa con el habitual plantón a la Prensa
El cantante Michael Jackson -que inicia esta noche, con un recital en el estadio Flaminio, de Ronma su gira europea- dió ayer en la capital italiana una conferencia de prensa de indudable originalidad: sin estar presente. Parece que lo hace siempre. Parece que es lo normal convocar a 600 periodistas de varios países para que coman macarrones con tomate a costa de la CBS, vean el vídeo de Bad -su último éxito- y escuchen a su manager personal, Frank di Leo, responder así ante la ausencia de la estrella: "Miren, tengo que mantener su privacidad. No puedo exponerle a preguntas tontas o de mala intención que puedan hacerle ustedes".
¿No será que Jackson no viene para que no se le note su escasísimo nivel cultural? Y Frank di Leo, Taras Bulba de larga coleta y con un poco más de pelo que Yul Brynner, traje oscuro, corbata amarilla, largo puro, anillazo en el meñique de la mano izquierda y aire de capo siciliano, responde que por Dios, por Dios, que Michael es muy inteligente y visita todos los museos de las ciudades en que canta. Además, Michael es leidísimo y está muy, pero que muy enterado de todo. Incluso tiene sus propias ideas sobre política y religión, pero no quiere mezclarlas con su trabajo.Dicen los entendidos que han seguido el progresivo afianzamiento del ídolo del pop que Michael Jackson -30 años que parecen la mitad a fuerza de habitaciones de hiperoxigenación, curas adelgazantes, estirones de la piel a ver si se hace blanca y ausencia absoluta de alcohol y tabaco, carne y pescado- descubrió hace aproximadamente dos años que tenía pene, y que esa es la razón de que ahora lo ponga de manifiesto en los vídeos, e incluso compruebe de cuando en cuando si aquél sigue en su sitio. Pero Di Leo, con su anatomía generosa y dispuesto a encajarlas todas, dice que Michael es el mismo de antes, que sus cambios físicos no le han modificado la mente y que él lo nota porque controla estrechamente el negocio-Jackson junto con quien da nombre a la firma.
Una firma que, aparte manías, histerias, complejos, juegos del escondite, incomparecencias y salidas de divo malcriado mueve centenares de miles de fans y muchos millones de dólares. Y cuyo protagonista inicia su gira por Europa -de Italia irá al Reino Unido, y más tarde España- cuando su último álbum de larga duración, Bad, ha recibido en el continente 25 discos de platino y tiene en el resto del mundo otros 27. Italia no ha recibido a Jackson con el fervor y la expectación con que esperó a Madonna el verano pasado. Bien es verdad que a Madonna -en el siglo, María Luisa Ciccone- la buscaron rápidamente antecedentes italianos. Pero que todavía se encuentren entradas para ver a Jackson resultaba impensable en el caso de su colega femenina. Esto, por el momento, no merece la frase que utilizó CBS Internacional, "Será el desembarco de Normandía".