Suspenso en el primer parcial
Concluído el primer examen parcial de los dos que Espartaco tiene en esta feria, la cátedra emitió su veredicto: suspenso. Que los públicos de por ahí en general y el espartaquismo en particular no se alarmen por las aptitudes del titular de la causa: siguen tal cual. La única diferencia estriba en que la cátedra exige del temario hasta la letra menuda, mientras a los examinadores de por ahí igual les importa corte que cortijo, y a poco que se descuiden se la dan con queso.
Espartaco hizo ante la cátedra las faenas que le han encumbrado donde todo cuela, las mismas con sus ajetreos y sus sonrisas, las mismas con sus derechazos y sus dos pases de pecho -dos- para rematar tandas. Si se trasladaran esas faenas, con sus puntos y sus comas, a las plazas de por ahí, tendrían música, clamores, orejas. Muchos suspensos de Las Ventas son en otras partes sobresalientes cum laude. Todo depende, claro, del temario y la seriedad de la cátedra. De entrada, el trapío de los toros de ayer -incluso los protestados por no tenerlo- viene a ser el doble de lo que por ahí sueltan, y además el presidente de Las Ventas ejerce su autoridad, como Juan Lamarca, que devolvió tres inválidos al corral, y se quedó tan ancho.
lbán / Ortega Cano, Espartaco, Mendes
Cinco toros de Baltasar Ibán (2º, sobrero), muy desiguales de presencia, mansos; 6º, tercer sobrero de Antonia J. Marca, reservón, que sustituía al segundo sobrero, de la misma ganadería, también inválido, y este a otro inválido del hierro titular. Ortega Cano pinchazo y estocada ladeada (petición y vuelta); pinchazo, estocada y rueda de peones (silencio). Espartaco: bajonazo (algunos pitos y palmas), bajonazo descarado (división). Víctor Mendes: pinchazo y media (ovación y salida al tercio); estocada caída (ovación y salida al tercio).Plaza de Las Ventas, 19 de mayo. Séptima corrida de feria.
Luego está el análisis exahustivo que la afición hace de la lidia, y lo que ve, lo dice, allá penas si es Espartaco quien está en el ruedo. A Espartaco no le valieron los recursos que suele utilizar mundo adelante para pasar los exámenes con pico y sin toro. Contorsionaba esforzadamente el cuerpo al ejecutar los derechazos y naturales, y no le valía; empalmaba dos pases de pecho -dos-, y tampoco; corría afa noso venteando el flequillo para demostrar su entusiasmo, y tampoco; citaba de frente, y tampoco; sonreía al claustro de profe sores, y tampoco; "de parte de mi padre que si ha recibido la caja de puros", y tampoco.
Los aficionados iban al fondo de la cuestión: derechazos y naturales eran veloces, sin temple con pico, la suerte descargada; el pase de pecho es el remate natural de una tanda y rematarlo con otro pase de pecho es ponerse la boina encima de la chistera; en Las Ventas ya han visto correr a muchos agitando el flequillo (hasta dar saltos de la rana han visto) y están de vuelta de estos entusiamos; citar de frente es un positivo valor, pero si tras el pase escapa el diestro a terreno lejano para inciar otro, queda deliberadamente rota la ligazón, que en el toreo es esencial; la afición prefiere torero parricida que pegapases angelical, y los puros eran caliqueños resecos.
El examinando no puede decir que suspendió porque la cátedra le tiene manía. Allí estaba también Ortega Cano, que toreó al primer toro dejándose ver, corriendo la mano, con ligazón, incluyó ayudados por alto y por bajo torerísimos, y sin embargo la cátedra no se lo valoró demasiado porque la clase del toro re clamaba mayores exquisiteces y además lo pasó de faena. Para que vea el examinando cómo afina la cátedra. Que dió por buena la voluntad de Ortega Cano con el incierto cuarto toro, y de Victor Mendes puntuó alto un quite por chicuelinas, los emocionantes pares de banderillas, asomándose al balcón, el valor con que porfió a dos toros reservones.
De cualquier forma la cátedra se puso de mal humor, pues ya está harta de que los taurmios intenten colarle el toro inválido cada vez que aparecen las figuras por estos pagos. Por estos pagos el mangoneo está muy mal vistos, y si lo hay, se arma.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.