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Mauroy, elegido secretario general del Partido Socialista

Lluís Bassets

, El ex primer ministro socialista Pierre Mauroy fue elegido ayer nuevo secretario general del Partido Socialista (PS), en sustitución de Lionel Jospin, ministro de Estado para la Educación, la Investigación y el Deporte en el Gabinete de Michel Rocard y que ha ocupado la máxima responsabilidad política del socialismo francés durante siete años, desde que Mitterrand dejara el cargo para convertirse en presidente de la República en 1981.

El gran vencido en el amplio reparto de cartas que ha conllevado la reelección de Mitterrand es Laurent Fabius, otro ex primer ministro socialista, que empezó a realizar campaña para la secretaría general desde el mes de febrero, cuando Jospin anunció su retirada, en una inconfundible señal de sus deseos de entrar en el Gobierno.

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Fabius puede recibir la propuesta de presidir la Asamblea Nacional, pero es escasamente atractiva para este joven político de gran ambición, considerado durante mucho tiempo como uno de los personajes mejor situados para ocupar la plaza de delfín de Mitterrand. Los nombramientos de Michel Rocard como primer ministro, de Lionel Jospin como ministro de Estado en el segundo lugar jerárquico del Gobierno y de Pierre Mauroy como secretario general, sitúan a Fabius lejos de la primera línea de aspirantes al delfinato.

De creer unas palabras de Jospin -"el partido no tiene vocación de convertirse en máquina electoral al servicio de la ambición presidencial de un hombre"-, Mauroy y Fabius han jugado una partida de "quien pierde gana": Mauroy ha sido elegido por su escasa ambición presidencial, y ahora aparece muy bien situado para aspirar algún día a representar al PS en unas elecciones presidenciales.

La elección de Mauroy facilitará las cosas a Michel Rocard, que tendrá un interlocutor flexible y amistoso en la cúspide del PS. No hubiera sucedido lo mismo con Fabius, uno de los barones socialistas más antirocardistas. El ministro de Cultura, Jack Lang, y el de Economía, Pierre Bérégovoy, apoyaron a Fabius; Lionel Jospin y Michel Rocard, a Pierre Mauroy. François Mitterrand, que expresó en un principio sus preferencias por Fabius, decidió finalmente mantenerse al margen del combate entre jefes socialistas.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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