Una conferencia de prensa a punta de pistola
Los guerrilleros del ELN de Colombia secuestraron a 13 personas para denunciar lo que ocurre en el país
Fue una conferencia de prensa insólita: la invitación se formuló a punta de pistola. Y aunque fue muy larga -para algunos duró 10 días-, al final todos nos preguntamos: ¿cuál era la noticia? El organizador fue el Ejército de Liberación Nacional (ELN), considerado el grupo guerrillero más radical de Colombia. En los últimos cuatro meses ha realizado 70 atentados contra oleoductos y ha secuestrado, y liberado después, a 30 personas. Durante todo el operativo, denominado Vida y soberanía, los guerrilleros aseguraron que su intención era denunciar lo que está ocurriendo en Colombia y que su afán no era publicitario. Pero la sensación que tuvimos los invitados es distinta.
El ELN, única organización que no se acogió a las propuestas de paz del ex presidente Belisario Betancur, demostró con este operativo un gran poderío militar. Durante 10 días, en golpes simultáneos en varias ciudades del país, secuestraron a 13 personas entre periodistas diplomáticos y otros ciudadanos. Y algo aún más audaz: a pesar de los dispositvos de seguridad montados por el Gobierno, los elenos, como popularmente se les llama a los miembros del ELN, liberaron a sus invitados el día y a la hora previamente anunciada.¿Cuál es el mensaje para el Gobierno? ¿Para qué nos secuestraron? Fue la pregunta recurrente que todos los rehenes planteamos y que se hizo más insistente a medida que pasaban los días en cautiverio.
Y ésta también fue la pregunta que nos formularon los periodistas cuando quedamos en libertad. Todos respondimos lo mismo: los elenos nos repitieron las tesis que hace tiempo vienen sosteniendo. Que continuarán con su ofensiva contra las empresas multinacionales que operan en el país hasta tanto el Gobierno no modifique los contratos para la explotación del petróleo, no nacionalice algunos pozos y no expulse a la compañía petrolera Occidental
Atentados
La novedad es que los atentados terroristas, que se habían concentrado básicamente contra la Occidental, se extenderán ahora a las 25 empresas extranjeras que operan en Colombia Entre ellas está Repsol, petrolera estatal española, que compró a la Occidental un 5% de su participación en la explotación en Caño Limón, el pozo más grande del país. Repsol figura también como operadora de cinco contratos de asociación firmados por Hispanoil hace pocos años. Repsol está ahora en la mira del ELN.Los invitados en Bogotá fuimos ocho. Secuestrados en días y en sitios diferentes, fuimos conducidos a una casa situada aproximadamente a hora y media de la ciudad. Allí nos repartieron sudaderas, medias, toallas, camisetas y cepillos de dientes. Permanecimos cautivos en dos cuartos que mantenían permanentemente cerrados. Luego de una protesta generalizada, nos permitieron abrir las ventanas del dormitorio. Sólo entonces supimos que estábamos en una casa de campo rodeada de enormes árboles. Mientras se conformaba el grupo de invitados, matamos el tiempo hablando informalmente con los guerrilleros -que se identificaban con números- y mirando vídeos. Uno de ellos mostraba el duro entrenamiento que reciben los comandos especiales del ELN, y en otro, Manuel Pérez, máximo dirigente de la organización, justificaba las acciones violentas para impedir que las multinacionales se lleven el petróleo.
Sólo el viernes 6 de mayo se inició formalmente la conferencia de prensa. Todo empezó con una parada militar, en la que los elenos lucieron su uniforme verde oliva y sus armas. Luego, tres miembros de la dirección nacional relataron la historia de su movimiento, desde que surgió en 1964, inspirado por la revolución cubana, hasta hoy, cuando aseguran que tienen zonas controladas donde existen "embriones de poder popular".
Anunciaron que próximamente armarán a toda la población civil que los apoya para evitar que sean víctimas de la guerra sucia que se vive en el país. El sábado 7 de mayo, los secuestrados recibimos una completa lección sobre la historia del petróleo en Colombia. Apoyados en mapas y documentos oficiales, los guerrilleros contaron lo que no es un secreto: que en los contratos de asociación con las compañías extranjeras Colombia ha salido lesionada. El mismo contralor (fiscal) de la República denunció hace ya más de un año que la Occidental no fue muy limpia con su asociado.
Entre las irregularidades se cuentan contrabando de maquinaria, la evasión de impuestos en más de 800 millones de dólares, y la sobrefacturación en la compra de materiales.
Luego de una intensa discusión, en la que los guerrilleros trataron de explicar que volar oleoductos no acarrea pérdidas al país, la clase terminó cuando revelaron que el ELN buscó el diálogo con el Gobierno para poner fin a los atentados, pero que no se llegó a acuerdo.
Después de esta insólita conferencia de prensa, el lunes pasado, a las seis de la mañana, nos anunciaron que había llegado la hora de la libertad. Sin noticias espectaculares, sin mensajes especiales, la experiencia de varios días en cautiverio, vividos con la ayuda de varios cartones de cigarrillos, los elenos nos dejaron en un puesto de venta de hamburguesas en el centro de la ciudad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.