Silencio en recuerdo del maestro

, Al terminar el paseíllo del festejo de ayer en Las Ventas, se guardó un minuto de silencio en homenaje al maestro- Domingo Ortega, que falleció el pasado día 8 en Madrid. Durante el paseíllo, la banda tocó el pasodoble que lleva su nombre, y fue una pena que tuviera que parar justo cuando atacaba los compases más populares de la pieza, aquellos que cantaban "Domingo Ortega torero de martavilla. . .".

Se daba por cierto que en la primera corrida que hubiera en Las Ventas después de la muerte del maestro, se guardaría un minuto de silencio en su recuerdo. Lo que jamás hubiéramos podido imaginar, en cambio, es que no se le iba a ocurrir a nadie entre los máximos responsables de la plaza.

Hubo de ser el presidente de la corrida, Tomás Tejero, quien lo organizara todo, e incluso llegó a sugerir que por los altavoces se dijeran algunas cálidas frases sobre la personalidad del maestro indiscutible en el toreo del último medio siglo. Esta última propuesta no tuvo ningún eco. Según mamfestaba ayer Tejero, su iniciativa fue recibida con frialdad. La sensibilidad es un valor humano que no tiene quien quiere, sino quien puede, y si el homenaje carecía de rentabilidad económica y política, es lógico que en los entrebastidores del espectáculo el homenaje cayera en la mayor de las indiferencias. Afortunadamente el presidente sí tenía sensibilidad, que coincidía con la de los aficionados, y el minuto de silencio se produjo con la emoción propia de quienes entienden que la fiesta es mucho más que un negocio y una plataforma de relaciones públicas.