Una autonomía 'consolidada' y presidencialista

, El presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, considera uno de sus logros más importantes haber conseguido hacer una región "donde antes sólo había dos provincias. Los extremeños hemos empezado a queremos, a amarnos y a emocionarnos. Hemos podido desarrollar un sentimiento de identificación con la tierra cuando antes éramos un pueblo desprotegido en cuanto a relaciones solidarias entre nosotros".

"Probablemente la gente no esté identificada plenamente con la autonomía, porque es un concepto muy confuso, pero sí lo está con la Junta de Extremadura, que es su punto de referencia y hasta donde acude cualquier ciudadano cuando tiene un conflicto", añade el presidente regional.

La autonomía extremeña se relaciona en lenguaje popular con un término (Junta) y con un nombre (Ibarra), y esto lo conoce bien el parlamentario comunista Alejandro Nogales: "Se enteran de que soy diputado y me dicen: ¡Ah!, claro, tú trabajas entonces con Ibarra".

El carácter presidencialista de la autonomía extremeña deriva, según Rodríguez Ibarra, "del propio estatuto, que es presidencialista" y, en su opinión, tiene su parte buena, "en tanto que una persona referencia todo lo demás. Esto entra dentro de lo que es el espíritu español, tan dado a moverse muchas veces por liderazgos y por personas". El máximo responsable del Gobierno regional considera consolidada la autonomía extremeña y se inclina más por el término región que por el de "país, aunque lo tengamos acuñado en Extremadura desde el siglo XVIII. Pero el término región se encuentra más asentado entre nosotros".

La calificación de Extremadura como "autonomía consolidada" sólo la comparte Pedro, Cañada, líder del partido regionalista Extremadura Unida: "Hay una conciencia regionalista mucho más fuerte de lo que la gente cree, entre otras razones porque tenemos bastante claro cuáles son nuestras fronteras, algo que no pueden decir todas las comunidades llamadas históricas, caso de Euskadi".

Para el presidente provincial de AP y parlamentario regional, Adolfo Díaz-Ambrona, "la autonomía se ha tratado de limitar a cierto aspecto fólclórico, que puede ser importante pero no es el decisivo, y el ciudadano aún no es consciente de las ventajas que ofrece la autonomía. Cuando se administre bien entonces se consolidará".

El líder del CDS, Tomás Martín Tamayo, cree "que hace falta más rodaje democrático y más participación ciudadana. En los debates de la Asamblea de Extremadura el pueblo sólo acude cuando hay cierta conflictividad".

De la misma opinión es el parlamentario de Izquierda Unida Alejandro Nogales. Según él, "los debates parlamentarios no llegan a la población. Autonomía se relaciona con Ibarra, Junta y PSOE. Se ha intentado hacer labor partidaria desde una institución en vez de proyectar la institución".

En una encuesta sobre el grado de aceptación de la autonomía, realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 1986, y según los datos oficiales, sólo el 8% de los extremeños declaró que no estaba satisfecho con la autonomía, y el 10% estimó que el proceso autonómico había empeorado Extremadura. Sin embargo, para el 95%. de los encuestados resultaba agradable vivir en Extremadura y un 92%. manifestó que, en caso de poder elegir, les gustaría quedarse a vivir en Extremadura.