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Termina sin acuerdo la ronda negociadora de sandinistas y 'contra' en Managua

Sandinistas y contra concluyeron en la madrugada de ayer (hora peninsular) su segunda ronda de negociaciones de alto nivel sin concretar ninguno de los nueve puntos de los acuerdos suscritos en Sapoá, aunque con la voluntad de volver a reunirse probablemente los días 12, 13 y 14 de mayo. Según reconocieron ambas partes, los tres días de diálogo han sido tensos, y en ellos se ha llegado a los puntos esenciales del proceso de paz.

El Gobierno y la guerrilla antisandinista lograron coincidir en 16 de los 32 puntos de la propuesta del Gobierno nicaragüense sobre cómo alcanzar la firma de un alto el fuego definitivo, según informó el general Humberto Ortega, ministro de Defensa y cabeza de la delegación gubernamental. Éste, no obstante, reconoció que las coincidencias no se lograron en los puntos fundamentales, y señaló que lo más importante está aún por discutir.Ortega atribuyó la lentitud del proceso a las "presiones y chantajes" del secretario de Estado para Asuntos Interamericanos de EE UU, Elliot Abrams, y del comandante de las fuerzas militares rebeldes, Enrique Bermúdez. Según el ministro, Resistencia Nicaraguense (que agrupa a la guerrilla) está profundamente dividida, y "el sector más reaccionario y guerrerista de EE UU se empeña en que fracase Sapoá y en imponer la línea de boicoteo de Bermúdez".

Sandinistas y contras no pudieron llegar a ningún compromiso por escrito, ni siquiera a la firma de un comunicado conjunto de nueve puntos propuesto por el Gobierno. Tampoco se pusieron de acuerdo en la sede del próximo encuentro. El Gobierno insiste en que las citas de alto nivel deben celebrarse en Managua, pero el directorio de la resistencia prefiere Guatemala, la República Dominicana u otro país. Alfredo César, miembro de la Resistencia Nicaragüense, explicó que ellos se sintieron encerrados en el hotel más lujoso de Managua, donde se celebraron las reuniones, mientras el Gobierno atropella a la oposición y reprime a los trabajadores en huelga.

Permiso denegado

Los rebeldes solicitaron al Gobierno salir del hotel para reunirse con la dirección de la opositora Coordinadora Democrática Nicaragüense y con representantes de partidos disidentes, pero no obtuvo el permiso del Gobierno. Humberto Ortega justificó la prohibición diciendo que los rebeldes "no son una delegación de Gobierno ni se han ganado ese derecho en el campo de batalla".En esta última ronda de conversaciones, los sandinistas y los contras no se pusieron de acuerdo en extender la tregua vigente. En un 90%, las partes en conflicto armado observan un cese de acciones ofensivas que comenzó el 1 de abril y que caduca el 30 de mayo. Los sandinistas pretendían prolongar la tregua hasta el 30 de junio, lo que fue rechazado por el directorio rebelde.

La resistencia rechazó la propuesta sandinista de que Cruz Roja Internacional distribuya la ayuda humanitaria a las fuerzas irregulares aprobada por el Congreso de EE UU. Un alto funcionario sandinista dijo que la desconfianza entre las partes sigue siendo un fuerte obstáculo para acuerdos concretos.

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Los sandinistas no están seguros de que los contras abandonen las armas y se incorporen a la lucha política interna, y el directorio rebelde desconfía de que los sandinistas democraticen el país y entreguen el poder si pierden las elecciones.

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