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Detenidos varios dirigentes sindicales polacos, mientras aumentan las huelgas

El movimiento de huelgas en Polonia sigue extendiéndose. El Gobierno reiteró ayer su firme decisión de continuar la reforma económica, que se ve amenazada por una espiral de demandas de subidas salariales, y advirtió que hará frente "con los medios necesarios" a las huelgas ilegales. Ante la celebración de las manifestaciones oficiales del Primero de Mayo crece la tensión en todo el país. Los intentos del régimen de solucionar el conflicto fracasaron ayer nuevamente.

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Los medios oficiales iniciaron una campaña para desacreditar a los huelguistas, al sindicato ¡legal Solidaridad y su dirigente, Lech Walesa, y a "los inspiradores extranjeros" de la huelga, que "quieren minar la economía, frustrar la reforma, aumentar la inflación y fomentar la insatisfacción social".El director de la planta siderúrgica en Nowa Huta rechazó ayer toda posibilidad de negociación con el comité de huelga.

El portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, advirtió ayer que si se extienden las huelgas, Polonia puede caer en conflictos y en el caos. Según dijo, la huelga supone un golpe para la reforma, el aperturismo y la democratización. Urban manifestó que "pese al descontento existente" no cree que la sociedad desee que Polonia se convierta en un país de crisis continuas. Las protestas favorecen, según el Gobierno, a las fuerzas que se oponen a la reforma económica. "¿Vamos a retroceder de nuevo?". Urban exhortó a la sociedad polaca a salvaguardar "la vía del entendimiento" y dejó entrever que el Gobierno no cree aún necesario recurrir a la fuerza para sofocar los focos de protestas que se han creado en el sur del país.

Amenazas de despidos

Ayer, una sección de la fábrica de maquinaria pesada de Stalowa Wola, en el sureste del país, se unió al paro que protagonizan desde hace cuatro días los trabajadores de la planta siderúrgica Lenin de Nowa Huta, en las cercanías de Cracovia, y donde las negociaciones fracasaron una vez más. En Stalowa Wola, el Gobierno ha amenazado a los huelguistas con el despido y acciones penales.En Varsovia confluían ayer rumores sobre nuevas huelgas en empresas de las localidades de Skawina y Bochnia, ambas cercanas a Cracovia. Varios dirigentes del sindicato ilegal Solidaridad fueron detenidos en las cercanías de la ciudad de Lublin cuando se dirigían, al parecer, a Stalowa Wola. Bronislaw Geremek fue puesto pronto en libertad. Sus acompañantes, Zbigniew Bujak, Janusz Onyszkiewicz: y Jacek Wózniakowski, seguían detenidos. El total de personas detenidas ascendía anoche a 20, entre ellas el disidente Jacek Kuron.

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El comité de huelga de Nowa Huta, encabezado por Andrzej Szewczuwaniec, un obrero no afiliado al sindicato Solidaridad que, sin embargo, ya ha cumplido condena por actividades políticas a finales de la década pasada, emitió un comunicado en el que establece las condiciones para poner fin a la huelga. Éstas son garantías de que no habrá represalias para los líderes de la protesta, plena retribución de los días de huelga, información veraz sobre la protesta y el eventual acuerdo, una compensación salarial de 12.000 zlotys (en torno a un tercio del salario medio) para los trabajadores de la industria, enseñanza, sanidad y los jubilados de toda Polonia, por las subidas de precios aplicadas a principios de año.

Siete años después de la prohibición del sindicato Solidaridad, resurge ahora en Polonia un movimiento de protesta cuyo al cance es por el momento difícil de prever.

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