Buscando un camino

Ellos aseguran que lo suyo es música y arte. Otros, sin embargo, opinan que es solamente un amasijo de influencias y mucho ruido. Tan radical es la diferencia de opiniones tras un concierto de The Woodentops, una banda británica formada en 1983 por un irregular cantante y compositor llamado Rolo McGuinty.Media docena de temas es suficiente para comprender que este grupo tiene dos caras bien distintas: una discográfica y otra escénica. La primera, suave y relajada, es la antítesis de un directo capaz de crear estados de tremenda tensión gracias a unas percusiones intensas hasta el agobio. Buena culpa de ello la tiene Bennie Staples, un batería agresivo y espectacular que encandila al público con facilidad tocando, o tal vez aporreando, en pie y con el torso desnudo.

McGuinty, teórico cerebro de la banda, recuerda constantemente estilos y personajes. Algunas de sus canciones podría firmarlas un poco inspirado Ray Davis (Kinks), mientras que su forma de pisar el escenario trae a la memoria al primerizo David Byrne (Talking Heads).