Un canal televisión controvertido

El Gobierno de Navarra y Unión del Pueblo Navarro (UPN), primer partido de la oposición, negocian en la actualidad la puesta en marcha de un tercer canal de televisión o canal foral, que tendría un coste aproximado de explotación anual de 500 millones de pesetas y contaría con una plantilla inicial de 30 a 35 personas. Según los cálculos de ambos partidos, dicho canal autonómico produciría cuatro horas de programación semanal y generaría un déficit anual de unos 200 millones.

De momento, el organismo público Radio Televisión Navarra sólo dispone en Pamplona de unos reducidos locales en los que se ubica el despacho del actual director general, el periodista Fermín Goñi, y se acaba de hacerse público el logotipo de "Televisión Navarra-Nafarroako Telebista".

La posibilidad de mantener un canal propio de televisión provoca fuertes disputas entre los diferentes grupos políticos de la comunidad foral. El propio presidente del Gobierno navarro, Gabriel Urralburu, afirmó, hace tan sólo unos meses, que esa iniciativa nunca llegaría a cuajar dada la escasez de recursos de Navarra y los elevados déficits anuales que arrastran otras televisiones autonómicas más potentes.

Contradicciones

Sin embargo, una vez firmado el pacto de gobernabilidad con UPN para el presente ejercicio, el PSN-PSOE presentó en el consejo de administración del organismo público una propuesta para poner la entidad en marcha, haciendo caso omiso de una resolución parlamentaria aprobada por el legislativo navarro a finales de 1987 por la que se acordaba paralizar el desarrollo del organismo.Los estudios de explotación presentados por Fermín Goñi han ido descendiendo en sus presupuestos desde los 2.000 millones de pesetas anuales del primero hasta los 697 millones de la última de las cuatro ofertas presentadas al consejo.

Frente a estas iniciativas, los grupos nacionalistas de la comunidad siempre han soficitado el establecimiento de un convenio con ETB (la televisión vasca) que posibilite la captación legal de esta televisión en todo el territorio navarro, algo que de hecho ya ocurre.

Incluso, el Consejo de Administración de la televisión navarra adoptó en febrero de 1986 un acuerdo, con los votos nacionalistas y socialistas, en el que se instaba al establecimiento de un convenio con ETB para la captación en Navarra de su programación. Otras formaciones políticas aseguran que establecer un canal propio para una comunidad de apenas medio millón de habitantes es una iniciativa absurda y que será inviable tanto económica como publicitariamente.