¿Qué se necesita para echar a Noriega?

Después de dos meses de presiones económicas de Estados Unidos, el traficante de drogas y dictador panameño Manuel Antonio Noriega se mantiene en el poder obstinadamente. Sin embargo, las sanciones han tenido un efecto: han traído sufrimiento a los panameños. Han amenazado el futuro económico de su país y han hecho que aumente la sensibilidad de los países latinoamericanos sobre el intrusismo de Estados Unidos.Lo que realmente se necesita es una reconsideración de la presión económica, dirigida a minimizar el daño causado a Panamá a largo plazo. Pero hasta que las democracias latinoamericanas no den un paso adelante, como han hecho en las negociaciones de paz en Centroamérica, y no en Haití, sus quejas sobre el unilateralismo de Estados Unidos en Panamá sonarán falsas.

Si el general Noriega fuera un líder elegido libremente, se podría esperar al fin de su período de mandato, pero Noriega gobierna por la fuerza y esperar a que se marche puede resultar muy largo. El quitarle por la fuerza podría ofender a los latinoameiricanos y supondría cargar a Washington con la responsabilidad directa del futuro político de Parlamá. Es mejor dejar en manos de los panameños la cuestión de organizar la sucesión política en su país. La presión sobre la ecortomía ha logrado aislar al régimen de Noriega y sembrar el desacuerdo, incluso entre las filas de los militares.

27 de abril