Víctor Ullate: "El tiempo te hace maestro"

El próximo jueves 28 se presentará en el teatro Arriaga de Bilbao el Ballet Víctor Ullate, la primera compaña de danza concertada con el Ministerio de Cultura, según la nueva normativa publicada el pasado 3 de mano. Posteriormente actuará en Alicante, Murcia, Córdoba y Santander y, probablemente en el mes de agosto, Madrid. Ullate, que fue director del Ballet Nacional, afirma: "El tiempo te hace maestro".

Con esta nueva compañía, Ullate se propone divulgar en España "lo mejor que se hace por el mundo en escuela neoclásica" y presentar obras de coreógrafos contemporáneos. El programa de la presentación incluye dos coreografías holandesas -de Jan Linkens y Nefis Christie- y una del propio Ufiate, montada sobre la Sinfonía escocesa, de Mendelssohn. De momento no contempla la posibilidad de abordar el repertorio clásico o romántico -"para eso está el Ballet Nacional", asegura-, pero sí tiene el proyecto de incluir pronto obras de coreógrafos consagrados como Jiri Kylián, Maurice Béjart, Jérome Robbins e incluso Balanchine. "Evidentemente, 18 o 20 millones, que es la subvención anual a la compañía, no es suficiente para un proyecto como el nuestro, pero después del estreno se intentará conseguir el apoyo de otras instituciones y de patrocínadores privados".Víctor Ullate -que hasta su nombramiento como primer director del Ballet Nacional Clásico, en 1979, fue durante 15 años bailarín estrella de los Ballets del Siglo XX, de Maurice Béjartha pasado este año la curva de los cuarenta, y rodeado de su jovencísima compañía se ve a sí mismo como un "viejo maestro": le gusta hablar de su experiencia, de su maduración como pedagogo y como coreógrafo. Pero la maduración ha debido de ser intema, porque no ha dejado rastro en su físico ni en su expresión de adolescente, que sólo se ensombrece cuando recuerda sus años al frente del Ballet Nacional: "Aquello fue una pesadilla".

Todo lo que entonces falló -"la gente sobre todo, la gente en la que tenías que confiar y resultaba que te estaban traicionando"- es lo que ahora le anima en esta nueva aventura. Ullate ha seguido la máxima balanchiniana, "primero, la escuela", y desde hace cinco años, en que tras una nueva lesión se retiró definitivamente de la escena, ha dedicado todos sus esfuerzos a levantar la suya. "No es sólo cuestión de nivel técnico. Hay que educar para la danza, dar una unidad de estilo, de propósíto, crear un ambiente de disciplina y de respeto por lo que se hace, de confianza en los maestros". El resultado para Ullate no ha podido ser más satisfactorio.

El director reconoce que el momento es bueno para lanzar su compañía: "Las autoridades culturales han comprendido por fin que esto de la danza es impor tante, y ahora hay un público con discernimiento capaz de apreciar la danza. Se han visto ya muchas cosas aquí, gracias a los festiva les y a los esfuerzos de mucha gente. El panorama no tiene nada que ver con cuando yo tuve que montar el Ballet Nacional".

Para úllate, que ya hizo varias coreografías para el Ballet Nacional, la nueva compañía su pone también una nueva oportunidad de desarrollarse como coreógrafo. 'Yo empecé a coreo grafiar por necesidad, porque no me quedaba más remedio. Hay pocos coreógrafos buenos hoy día, y no es fácil que los impor tantes cedan obras para una compañía desconocida. Pero el tiempo te hace maestro". Para Ullate estos años dedicados a la enseñanza han sido decisivos: "Ahora la coreografía es para mí una forma de profundizar en la danza, un vehículo para entender el movimiento".

Ante el estreno de Bilbao, Ullate está seguro de su jovencísimo equipo -la mayoría de sus 22 bailarines tienen entre 16 y 22 años, pero los hay aún más jóvenes- y orgulloso de antemano del trabajo de todos. "Sólo temo a la maledicencia y a la mezquindad de este país".

En el grupo, donde "no hay estrellas, porque todos son capaces de hacerlo todo", destacan dos jóvenes bailarinas premiadas en el concurso de Lausana: Mar Moreno, que obtuvo el Premio Esperanza, otorgado a la más clara promesa de menos de 16 años, y Ruth Maroto, que pasó a la semifinal. Pero la compañía de Ullate cuenta también con un buen plantel de chicos, que Ullate ha ido formando con especial dedicación, "porque quiero acabar con la tradicional escasez de bailarines en España".

En la escuela de Víctor Ullate, donde desde los 10 años se puede estudiar danza por las mañanas, gracias a un acuerdo con el Ministerio de Educación, que permite a todos seguir sus estudios obligatorios por correspondencia, los chicos tienen el aliciente de la posibilidad de obtener beca.