Felipe González ruega que haya practicado el "cuñadismo" en la polémica recalificación de unos terrenos en Doñana

"Nunca he hecho tráfico de influencias, ni he practicado ni practicaré el cuñadismo", dijo ayer el presidente del Gobierno, Felipe González, rechazando tajantemente las acusaciones difundidas en Andalucía, según las cuales familiares y personas próximas al presidente se han beneficiado de la recalificación de unos terrenos aledaños al parque de Doñana. El Partido Comunista de Andalucía (PCA), que levantó la polémica, evitó ayer, en una conferencia de prensa, citar los nombres de los supuestamente implicados.

Tanto el Gobierno andaluz como el de la nación anunciaron ayer su disposición a dar en los respectivos Parlamentos todas las explicaciones que se les pidan.Los implicados en el supuesto tráfico de influencias son el empresario Francisco Palomino, cuñado del presidente del Gobierno; Jacinto Pellón, consejero delegado de la Sociedad Estatal para la Expo 92, y el abogado sevillano Jesús Bores, amigo personal de Felipe González. Tanto Palomino como Pellón -que calificaron ayer de "mentiras y falsedades" las imputaciones- han anunciado que iniciarán acciones judiciales contra los autores de las acusaciones.

González buscó un encuentro con los periodistas, aprovechando que éstos habían sido convocados a La Moncloa ante su entrevista con el vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez, para desmentir cualquier influencia personal en la supuesta participación de los citados en la permuta. El presidente, que no entró en el fondo de los hechos, dijo que "ninguno de quienes son de verdad mis amigos me ha pedido nunca un favor", informa

Un chalé

También se ofreció a regalar un chalé a "una periodista que ha hecho voto de pobreza" [se refería a Pilar Urbano, miembro del Opus Dei], si logra demostrar su afirmación de que el presidente se ha encargado un chalé. [Pilar Urbano declaró anoche a Efe que informará a González del "emplazamiento exacto que iba" a tener el chalet].El presidente del Gobierno prometió también pagar dos meses de estancia en el Warldolf Astoria de Nueva York a quien demuestre con hechos la noticia aparecida ayer en una revista según la cual su mujer, Carmen Romero, se alojé en este hotel.

Cosas como éstas habrá muchas de aquí a las elecciones" dijo González, quien aconsejó a los que "han hecho un mal cálculo" que "tengan paciencia, por que las elecciones serán en 1990", y no antes. Sin querer repetir la frase del vicepresidente Alfonso Guerra, quien se defendió de los ataques por haber utilizado un avión Mystère diciendo que existe "un vendaval antidemocrático", González dijo "que los comportamientos democrático exigen rigor; hacerse eco de la especulación no beneficia a la estabilidad democrática". También opinó que los políticos, en términos generales, son "gente bastante honrada".

Francisco Palomino declaró a EL PAÍS que las acusaciones constituyen una operación que pone en duda su honarabilidad y que está dirigida a perjudicar a su cuñado, Felipe González. Palomino se mostró favorable a que una investigación judicial o parlamentaria aclare los hechos.

Sobre este asunto, el secretario general del PCA, Felipe Alcaraz, dijo ayer que "no es inocente que Felipe González se reúna en Doñana con Miterrand".