Nuevos desgajamientos de las competencias de Educación

El Gobierno de la nación considera ahora inevitable la reapertura del proceso autonómico, encaminado a ampliar las competencias de las regiones españolas o dotarlas de algunas de las que ahora no disponen. Esto implicará nuevos desgajamientos del Estado central en favor de las autonomías.Igualmente, el Gobierno considera que dicho cambio ha de ser acompañado por una política de gestos destinada a dar la Impresión de que ese desarrollo puede hacerse de manera concertada y con el Ejecutivo central al frente de la manifestación.

Pero la procesión va por dentro.

Desde hace bastante tiempo son conocidas las reticencias en diversos ministerios ante la perspectiva de desprenderse de determinadas competencias. No sólo por la pérdida de poder: las reticencias nacen en muchos casos de los propios funcionarios, ante los traslados que pueden afectarles, pese a las ventajas que en algunos casos suponen. No obstante, las razones más poderosas se refieren a los problemas de coordinación que pueden crearse en el futuro.

Coherencia educativa

El equipo del Ministerio de Educación, por ejemplo, no ve nada claro el futuro. Una vez transferidas sus competencias a seis comunidades autónomas (Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía, Comunidad Valenciana y Canarias), el traspaso de nuevos bienes y servicios tiene fuertes implicaciones.

La coherencia general del rnodelo educativo, el peso entre enseñanza pública y privada, y la propia capacidad de gestión de las comunidades pequeñas son algunas de las cuestiones que están encima de la mesa de un ministerio agobiado además por el actual enfrentamiento con los sindicatos y su intensa repercusión en la marcha del curso escolar.

"Este cambio será de enorme trascendencia e impacto sobre el sistema educativo y, por tanto, se ha de proceder con la prudencia y seriedad que el tema merece", afirman altos cargos de este departamento.