La policía busca al jefe del Ejercito Rojo japonés como autor del atentado de Nápoles
La policía italiana buscaba ayer al famoso terrorista internacional Janzo Okudaira, considerado el jefe del Ejército Rojo japonés, como responsable material del atentado realizado la noche del jueves en el centro de Nápoles contra un local recreativo de oficiales norteamericanos, con el resultado de cinco muertos y 16 heridos.
De las muchas reivindicaciones recogidas por la policía, a la que más crédito se le ha dado por el momento ha sido a la recibida ayer por la mañana en la redacción de la agencia France Presse de Roma. Una voz, al parecer con acento árabe medioriental, afirmó: "Nosotros, de la organización Brigadas de la Yihad, reivindicamos la plena responsabilidad de haber hecho saltar el centro militar norteamericano en Nápoles. Los imperialistas norteamericanos deben morir hoy, dos años después de su bárbaro ataque contra el Estado árabe libio. Larga vida a la lucha presente de los pueblos oprimidos contra el imperialismo".[El embajador libio en Roma, Abdul Rahman Shargam, negó ayer rotundamente que su país estuviera involucrado en el atentado. Según el embajador, las llamadas telefónicas hechas a varios medios de comunicación atribuyendo el atentado a la "celebración" de los dos años del bombardeo estadounidense de Trípoli "es obra de gentes que quieren desinformar sobre Libia", informa Efe].
Sin embargo, como responsable material del atentado, policías y carabineros buscaban ayer en toda Italia al famoso terrorista internacional Janzo Okudaira, considerado el jefe del Ejército Rojo japonés, que fue quien había alquilado el coche Ford Fiesta (no el 127 Fiat, como se había dicho al principio) que estalló cargado de dinamita.
Según la policía, Okudaira, que se había presentado en el hotel San Pedro de Nápoles, dos días antes del atentado, bajo el nombre de Liao Willy Liw con pasaporte de Taíwan, fue visto por diversas personas media hora antes del atentado cerca del círculo recreativo de los norteamericanos, donde aparcó el coche con la bomba. En Roma, Okudaira había participado el año pasado en el atentado contra la Embajada norteamericana, en Via Veneto.
Okudaira fue capturado en Jordania en 1976 y obtuvo la libertad un año más tarde, cuando la policía japonesa aceptó su liberación como rescate de los pasajeros secuestrados en un avión de la JAL por un grupo de terroristas compañeros suyos.
Entre los cinco fallecidos en el atentado, completamente desfigurados y cuyos cuerpos fueron hechos pedazos por la explosión, no figura ningún ciudadano norteamericano. Cuatro eran italianos y una de las dos mujeres fallecidas era ciudadana puertorriqueña que trabajaba en Nápoles con los norteamericanos. Sólo entre los heridos figuran dos ciudadanos norteamericanos, uno de ellos militar, además de cuatro italianos y 10 de países norafricanos.
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