Alfonsín culpa a la ultraderecha de la ola de bombas en la 'calle de los cines' de Buenos Aires
El presidente argentino, Raúl Alfonsín, atribuyó a sectores de la ultraderecha civil y militar -"que ya fueron aplastados dos veces"- la cadena de atentados con bombas que el martes por la tarde provocó pánico y tensión en rel centro de Buenos Aires. Todos los partidos políticos convocaron a la "movilización" en defensa, del sistema democrático. La pAicía permanece en "alerta máxima" y la brigada de explosivos investigó ayer más de 30 denuncias telefónicas, que resultaron falsas. El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general José Caridi, insiste en que "la situación en el arma es de absoluta normalidad".Tres bombas lanzapanfletos fueron colocadas en la primera fila del patio de butacas de los cines Normandie, Atlas y Sarmiento, ubicados todos en la tradicional calle peatonal de Lavalle, que se extiende desde el Río de la Plata hasta el Obelisco, en la avenida Nueve de Julio, que es conocida como la calle de los cines.
Entre Lavalle y sus calles laterales funcionan más de 15 salas. Los estallidos, casi simultáneos, desataron la confusión y el temor entre los transeúntes, que eran atropellados por los que huían espantados de los cines.
El escaso número de espectadores que asiste a las primeras funciones de los martes por la tarde y el hecho de que las bombas fueran colocadas en las primeras filas evitó que se produjeran víctimas mortales. Sólo hubo cuatro heridos, dos de ellos miembros de una brigada de explosivos que intentó desactivar la bomba colocada en el cine Normandie, uno de los cuales perdió una mano y el ojo derecho en la explosión.
Una organización desconocida, que se identifica sólo con las siglas OAS-MRP y con el lema Por la liberación nacional, se atribuyó la responsabilidad de los atentados, según los panfletos y las llamadas telefónicas. Los papeles llevan impreso, además, un retrato borroso del general José de San Martín y el perfil de un águila. La Secretaría de Inteligencia del Estado considera que todavía no es una organización, sino que se trata de un grupo de civiles de ultraderecha que intenta atraer a los militares que se identifican con el ex teniente coronel Aldo Rico, protagonista de la llamada operación Dignidad dentro del Ejército de Tierra, de la rebelión militar durante la Semana Santa de 1987 y del alzamiento que concluyó con su rendición en el cuartel de Monte Caseros el pasado mes de enero.
Entretanto, cuatro ex almirantes que desempeñaron funciones antisubversivas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante el período de la dictadura militar fueron beneficiados ayer con la aplicación de la ley de obediencia debida, que les libera de responsabilidades.
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