Managua liberó ayer a los primeros presos políticos tras Sapoá

El Parlamento nicaragüense, controlado por los sandinistas, aprobó el pasado sábado una amnistía general para los 3.300 presos políticos, tanto contras como ex guardias somocistas. En la noche de ayer fueron puestos en libertad los 100 primeros. La lista de anmistiados está compuesta por cerca de 60 miembros o simpatizantes de partidos de la oposición legal, y el resto, por personas que colaboraron con la contra o que, como en el caso del piloto Roberto Amador, participaron en operaciones militares.La medida es consecuencia inmediata del acuerdo a que los dirigentes sandinistas y de la contra llegaron el pasado miércoles (madrugada del jueves en España) en la localidad de Sapoá, cercana a la frontera con Costa Rica. También el sábado fueron desmovilizados 1.800 soldados sandinistas, la primera medida de este tipo tras el acuerdo.

Delegaciones de las dos partes tienen previsto reunirse hoy en Sapoá para discutir una de las claves del acuerdo del miércoles: el establecimiento de las zonas en las que los rebeldes quedarán temporalmente asentados hasta que se firme la paz definitiva.

El presidente del Gobierno español, Felipe González, expresó en San José su temor de que el acuerdo de paz logrado en Nicaragua sea minado "muy rápidamente", porque "hay gente que se beneficia del juego de la guerra". Para el presidente, existe "una permanente discrepancia" con Washington respecto "al método para pacificar" la zona. "No parece que la fuerza haya dado ningún resultado".

En relación a Panamá, en la reunión que mantuvieron ayer en Playa Carrillo, una paradisiaca zona costera costarricense, Felipe González y los ex presidentes de Venezuela y Costa Rica, Carlos Andrés Pérez y Daniel Oduber, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, manifestó que el general Manuel Antonio Noriega considera ya seriamente la posibilidad de abandonar Panamá y exiliarse en España.

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