_
_
_
_
TRAGEDIA EN UN PASO A NIVEL

La confusión en el depósito de cadáveres retrasó la identificación de las víctimas

Los accesos al depósito de cadáveres del hospital Provincial de Lérida quedaron colapsados a primera hora de la tarde de ayer a causa de la masiva afluencia de familiares y amigos de las víctimas del accidente registrado en Juneda. Las dependencias del depósito se convirtieron en un ir y venir constante de personas que buscaban a sus hijos sin saber muy bien si estaban entre los heridos o entre los fallecidos. La Casa Real remitió un telegrama de condolencia al Ayuntamiento de Lérida. La reina Sofía y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, asistirán esta mañana al funeral que se celebrará en la catedral.

Más información
Más de 5.000 pasos a nivel carecen de guarda o barrera

Las escenas de dolor se sucedieron a la hora de proceder a la difícil tarea de identificar a las víctimas del accidente, algunas de las cuales habían que dado totalmente irreconocibles.La confusión de los primeros momentos fue desapareciendo para dar paso a escenas más dramáticas que se produjeron a la salida del depósito. Una madre preguntaba por su hijo Oriol, que no aparecía en la lista de fallecidos ni en la de heridos. Finalmente, apareció entre los fallecidos.

Los heridos habían sido trasladados al hospital Arnau de Vilanova, situado a unos 400 metros del depósito. La falta de información provocó, en algunos casos, que los familiares fueran de un sitio para otro sin saber cuál era el estado de sus hijos. La identificación de todos los cadáveres finalizó cerca de las cuatro de la tarde. Varias madres se desvanecieron a la entrada del depósito, teniendo que ser atendidas por los servicios de la Cruz Roja.

Al menos una madre, María Adelaida Ariñes, madre de Javier Villares, manifestó que desconocía que su hijo hubiera salido de excursión, ya que no había firmado la preceptiva autorización.

La guardería Els Angels, de la que procedían todas las víctimas, se encuentra en un chalé de la avenida de Rovira Roure, en la zona alta de Lérida, frente al hospital Provincial. Cuatro de las profesoras del centro que acompañaban a los niños en la excursión fallecieron en el accidente, entre ellas Maria Angels Barberà, de 20 años, que ejercía de directora del parvulario, explotado en régimen de cooperativa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La mayoría de las víctimas pertenecía a familias conocidas de Lérida, de clase acomodada, abundando los hijos de funcionarios o de personas que trabajan en centros públicos. Todas las autoridades de Lérida se presentaron en el hospital Provincial y en el Arnau de Vilanova para ofrecer todo tipo de ayuda a los familiares afectados.

Ayer aún no se sabía dónde quedaría instalada la capilla ardiente, pues algunos padres manifestaron su deseo de llevarse los cuerpos de sus hijos a su casa y celebrar el funeral en la intimidad familiar. El alcalde en funciones de Lérida, Jordi Castelló, se reunió con los familiares para ofrecerles el Ayuntamiento con objeto de instalar la capilla ardiente en la casa consistorial.

El Ayuntamiento convocó ayer por la tarde un pleno extraordinario en el que declaró la jornada de hoy de luto oficial, ordenando que las banderas ondeen a media asta y con crespones negros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_