La oposición interna rechaza la oferta del general

ENVIADO ESPECIAL La oposición interna rechazó la oferta de diálogo nacional presentada por el general Manuel Antonio Noriega como condición para su retirada del cargo de comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa, aunque el ex presidente Arnulfo Arias dejó abierta la posibilidad de contactos con el Gobierno bajo prentísas distintas a las anunciadas en la madrugada de ayer (hora peninsular española) por el presidente, Manuel Solís Palma. La Cruzada Civilista, sin embargo, se mantiene firme en su posición: presionar hasta que el Ejército se vuelva contra Noriega."No hay nada que dialogar. Lo único que tiene que hacer Noriega es cumplir la orden de Delvalle (el presidente derrocado el mes pasado) y separarse de su cargo", señaló ayer contundentemente el líder de la Cruzada Civilista, Aurelio Barría. Para este sector de la oposición, el que ha dirigido las principales acciones de protesta desde el pasado mes de junio, las propuestas presentadas por el, presidente Solís "son meras maniobras para ganar tíempo".

Manuel Solís dijo en un discurso televisado a todo el país que el general Noriega se había ofrecido a separarse de su cargo siempre que se inicie en el país un diálogo nacional entre todos los partidos políticos con objeto de buscar una salida panameña a la crisis actual. El ministro encargado de la Presidencia no precisó la fecha en que se retiraría Noriega -"oporturtamente", fue la palabra utilizada en el discurso-, aunque sí aseguré que será antes de las elecciones presidenciales constitucionalmente previstas para mayo del próximo año.

'Líder de las mayorías"

Solís dijo que, "en un gesto que lo enaltece", el general Noriega, a quien se refirió como "el líder de las mayorías", había puesto a su disposición su cargo, "empeñando su palabra de militar y de hombre de separarse oportunamente de la comandancia antes del proceso electoral, como garantía de unas elecciones libres". "Pero condicionó", añadió, "el uso de esta facultad a los resultados de un diálogo nacional en el que participen todas las fuerzas del país; de lo contrario, no".

Un dirigente del Partido Panameñista de Arnulfo Arias, una de las principales fuerzas políticas del país, dijo que su partido ha iniciado, a través del nuncio del Vaticano, contactos para explorar las posibilidades de aceptar ese diálogo, aunque advirtió que unas de las condiciones para su participación sería la formación de un Gobierno provisional que garantizase la limpieza del proceso electoral. "Hablar de elecciones con este Gobierno es un acto de masoquismo político", dijo Guillermo Endara, uno de los dos representantes designados por Arias para participar en eventuales negociaciones.

Arias fue uno de los firmante del acuerdo en favor de un Gobierno de reconciliación nacional, auspiciado por Estados Unidos, que pretende reinstalar a Delvalle en la presidencia.

Barría manifestó que la estrategia de esa coalición sigue siendo "ahondar en la fisuras que se han abierto en las Fuerzas de Defensa hasta provocar un colapso militar". Noriega trata de cerrar esas fisuras lo antes posible y, con ese objetivo, se anunciaron el lunes los ascensos de 95 oficiales que sustituyen a otros tantos mandos presumiblemente implicados en la intentona golpista del pasado miércoles.

Fuentes próximas a ese compló contra Noriega han asegurado que el objetivo del levantamiento era detener al general y entregarlo a la Justicia de Estados Unidos, donde el general tiene dos procesos abiertos en su contra.

Obsevadores cualificados consideran que a Noriega le va a ser difícil cerrar esas fisuras mientras persista el actual descalabro económico. Manuel Solís reconoció en su discurso que el Gobierno no dispone de fondos para pagar los salarios de los empleados públicos.