Leones del Congo, 1; Ranchos de Jamastrán, 0

I.C. A los habitantes de Las Lomas, un pueblecito a unos 25 kilómetros de la frontera de Honduras con Nicaragua, escenario de las maniobras de las tropas norteamericanas, les gustan los gringos. Ni uno solo, chicos o grandes, hombres o mujeres, de los interrogados por el enviado de este periódico expresó descontento o molestia por la presencia de los aviones, vehículos militares y soldados de la 822 División Aerotransportada de Estados Unidos.

El pueblo de Las Lomas, mientras los aviones se vaciaban de tropas y pertrechos, se dedicaba a contemplar las peripecias del partido de fútbol entre los equipos locales Leones del Congo y los Ranchos de Jamastran y hacían caso omiso del ruido y la polvareda que los Hércules C-130 levantaban en las cercanías cuando aterrizaban. Ganaron los leones por 1 a 0.

"Nosotros queremos ayuda. Ayuda militar y no sólo económica, para no tener problemas con el país vecino. Tenemos graves problemas ahorita, nos han invadido montones de veces, cuantas veces han querido. Somos campesinos, que no vamos a pelear, quien pelea es el ejército. Aquí los sandinistas no han venido, pero los mira [ha visto] el ejército", explica Roberto, un campesino que dice tener "unos 45 años" y trabaja en una cooperativa agrícola. Agrega Roberto que "queremos vivir en paz y que nadie nos venga a molestar". Roberto está seguro de que "los gringos no molestan y la contra tampoco".